Golpes poderosos, fulminantes y sensacionalmente noqueadores. Así de pesados eran los guantes de Roberto Durán Samaniego, el humilde y apasionado panameño que brilló en el ring , ganándose el mote más merecido de la historia del boxeo: Manos de Piedra.
Precisamente así se llama su filme: Manos de Piedra (Hands of Stone, 2016), un biopic de críticas regulares que se estrena hoy en el país y que es protagonizado por tres reconocidas figuras: Édgar Ramírez (Joy, 2015), Robert De Niro, Usher Raymond y Rubén Blades.
La cinta, que es dirigida por Jonathan Jakubowicz y producida por un costarricense, Jay Weisleder, narra la historia de Roberto Durán (Ramírez) desde un enfoque humano y muy personal.
Las estadísticas y los hechos nos hablan de que Roberto Durán fue quizá el mejor peso ligero de todos los tiempos. Se coló entre los púgiles latinoamericanos más importantes del siglo y escribió con letra de oro su nombre en la historia del boxeo mundial.
Todo eso lo sabemos, pues nos lo recuerdan legendarios artículos de prensa y expertos cronistas de todo el mundo. Sin embargo, el filme Manos de Piedra teje más agudo e intenta ir un poco más allá de lo evidente.
Hijo de un marino estadounidense, quien mantuvo un romance con una chica local mientras estaba en Panamá, Durán creció en la pobreza con el deseo de reivindicar el orgullo de su nación.
Dejando clara la procedencia humilde de Durán y su ímpetu infantil, la cinta recalca que Durán “salió de la nada” para convertirse en un flamante campeón.
Además, su hilo narrativo se basa en la estrecha relación sostenida por el famoso boxeador y su célebre entrenador Ray Arcel (Robert De Niro).
Arcel, en su época de oro, entrenó a los mejores púgiles de todo el orbe. Era un grande del banquillo, un indomable estratega, que vio cómo Durán le propinó un giro radical a su existencia.
“En 66 segundos, Durán cambió mi vida”, reconoce Arcel en una conmovedora escena de la cinta.
Lo cierto es que el efecto fue recíproco, pues es posible que Durán nunca hubiese sido el mismo sin su experimentado mentor.
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“Arcel le aportó inteligencia y fortaleza a su ira; le enseñó técnica y estrategia, las que en definitiva lo llevaron del ascenso”, detallaron las notas de producción de la película.
La dupla era intimidante y llamada a tocar la gloria, a pesar de que en ese entonces la mafia acechaba a Arcel.
Precisamente, la cinta “captura el regreso de Arcel luego de un retiro forzado por la mafia. Él acepta entrenar a Durán en forma gratuita, arriesgando su propia vida”, agrega la producción.
Toro contra toro. Adicionalmente Manos de Piedra , filme que ubica su acción entre 1964 y 1983, explora la rivalidad entre Durán y su colega Sugar Ray Leonard (Usher Raymond).
Se trató de una relación que echó chispas en la época de oro del boxeo y acaparó por años la atención de la prensa mundial.
Ambos púgiles se enfrentaron en varios ocasiones. Sus cruentas peleas depararon sonadas victorias para Durán, pero también recordadas y dolorosas derrotas.
Para González, encarnar a Durán fue un duro reto, sobre todo “por la capacidad de Durán de generar furia en el ring y su nivel de intimidación”, dijo el actor al sitio 20 minutos.es.
“Me lo dijo el mismo Sugar: ‘Me intimidaba Roberto, la forma que se comportaba conmigo no era normal, era como si me quisiera matar’. Era algo estratégico, generar esa furia”, agregó el actor al mismo medio.
Sugar lo sabe bien, pues Durán fue quien le propinó la primera derrota de su exitosa carrera.
González, además, dijo que vivió en Panamá para meterse en el personaje y aprender un poco más sobre las artes del boxeo. El mismo Roberto Durán, quien actualmente tiene 65 años, lo entrenó en tierras canaleras.
“Eso para mí fue un privilegio. Mi objetivo fue acercarme lo más posible a los sacrificios y privaciones que pasan los boxeadores” confesó a 20 minutos.es.
Una lección. Para Jay Weisleder, el productor costarricense que apostó todo por Manos de Piedra , dijo que el principal valor de la película está en su mensaje de superación.
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“Es una historia de subidas y bajadas. Roberto Durán fue un luchador y eso es lo que nos enseña. Nos hace ver que luchando, los latinos podemos triunfar y lograr cualquier cosa”, dijo Weisleder a La Nación.
Weisleder tuvo la oportunidad de viajar al Festival de Cannes para presentar la película en la sección oficial fuera de concurso, algo que recuerda con orgullo.
“Lo de Cannes fue extraordinario. Esto de producir es muy duro, pero hay que seguir trabajando, al igual que lo hizo Roberto Durán. No claudico. Espero volver, con otra cinta, a ese festival”, agregó el empresario, quien reside en Estados Unidos.
En Norteamérica, según el sitio Box Office Mojo, Manos de Piedra recaudó casi $5 millones . No fue una buena cifra para la producción, que espera recuperar terreno durante el estreno de la película en toda Latinoamérica.
Ya en Panamá, país natal de Roberto Durán, el esfuerzo de la producción rindió frutos, pues según cifras oficiales recaudó $1,2 millones en la taquilla.
La crítica, por su parte, ha tratado a Manos de Piedra relativamente bien. Incluso, The Hollywood Reporter comparó la cinta con Creed (2015) , el filme con el que Sylvester Stallone logró una nominación al Óscar y ganó un Globo de Oro.
“Si hubiera un ring virtual, en el que combatieran las películas de boxeo, Creed ganaría por poco margen a Manos de Piedra ”, consignó The Hollywood Reporter .
En Costa Rica, Manos de Piedra se estrenará en todos los cines del país y solo puede ser vista por mayores de 15 años.