Norman Babcock es un niño común y corriente, si no fuera por un pequeño detalle: puede ver y hablar con los muertos. Sus aventuras llegarán este viernes a los cines costarricenses, en el estreno de la película ParaNorman .
El filme narra la historia de un joven al que sus compañeros de colegio consideran raro porque parece llevarse mejor con los muertos que con los vivos.
“Casi todos los días, prefiere la compañía de su fallecida abuela que la de su nervioso padre, su desorientada madre y su superficial hermana mayor”, explican las notas de producción de los estudios Focus Featuris y Laika.
Sin embargo, su marginación acaba cuando esa singular característica lo convierte en el único capaz de salvar a su pueblo.
La centenaria maldición de una bruja está a punto de hacerse realidad y propicia una invasión de zombis, que podrían destruirlo todo.
Norman se arma de valentía y emprende una carrera contra el tiempo, para demostrar que no se debe juzgar a los demás por el mero hecho de ser distintos.
Laborioso. El filme es catalogado como la mayor producción de animación realizada en stop-motion , sistema de filmación artesanal que se remonta a los primeros años de la cinematografía.
Mediante este método, para generar la acción que se verá en la pantalla, se deben fabricar todos los elementos de la cinta y hacerlos interactuar cuadro a cuadro.
Cada segundo de grabación contiene 24 cuadros, lo que explica porqué ParaNorman requirió dos años de producción a un ritmo de dos minutos de filme por semana. Si a ello se suma que la película es hecha en 3D, pues doble mérito para el equipo de producción.
Esta es la segunda producción de Focus Features y Laika en este tipo de animación, luego de la nominada al Óscar, Coraline .
El filme se estrenó en Estados Unidos el 17 de agosto, y ha cosechado críticas positivas. Según el sitio especializado Metacritic, el filme tiene una calificación de 7,3 en escala de 10.
“Más que la aventura de Norman, que lo lleva de su casa a un cementerio y a profundizar en la historia de su pueblo, lo que te acelera el pulso y te hace abrir los ojos, son los encantos visuales, desde la ropa del niño hasta la calavera que adorna su dormitorio”, resaltó la crítica de The New York Times .