Desde 1927, un complot robótico se apoderó de la pantalla grande, justo antes de que la cinematografía sonorizada cambiara el panorama.
El director Fritz Lang y la exacerbada visión futurista de su filme Metrópolis presentaron al público a un androide maligno que es enviado a una ciudad industrializada para causar disturbios y sembrar discordia entre la población.
Esté clásico fue pionero para otros robots que vendrían después a Hollywood, con chips configurados con buenas intenciones, o bien, como una amenaza para la humanidad.
Uno de los más inolvidables es RoboCop, una máquina letal autorizada por las autoridades de Detroit para acabar con las olas de delincuencia tras el asesinato del policía en servicio Alex J. Murphy.
Luego, su cuerpo es fusionado con los circuitos de un androide. Su lado humano lo llevan a vengarse de sus homicidas.
Esta película de 1987 tiene ya un remake que llegó en febrero a los cines, protagonizado por Joel Kinnaman.
Ya tiene dos secuelas, tres series televisivas y una miniserie.
Otro de los más famosos es Terminator, encarnado por Arnold Schwarzenegger por primera vez en 1984.
El filme está ambientado en Los Ángeles en 2029, cuando las máquinas dominan al mundo. El robot T-800 viaja al pasado para impedir el nacimiento del único hombre que podría salvar a la humanidad. Esta película del director James Cameron fue un éxito taquillero y acumuló tres secuelas.
En el ranquin también se sitúa Roy Batty, el líder del comando de los Nexus 6 y principal antagonista en el filme Blade Runner (1982). Es inteligente, rápido, feroz en combate, pero también muy emocional. Es algo con lo que debe aprender a lidiar a lo largo de toda la trama.
Este androide aparece en la casilla 86 de la lista de los 100 mejores personajes de todos los tiempos , según Empire .
Entre los robots con menor programación para pensar y sentir como humanos está Data, la creación del doctor Noonien Soong en Star Trek .
El personaje se esfuerza por intentar comprender a los hombres, algo que la capacidad racional de su cerebro no le permite.
Buen ‘corazón’. Además de los fríos y hasta amenazantes robots que ha presentado el cine, también hay otros que se han robado el cariño del público.
Uno es Wall-E, un compactador de basura que funciona con energía solar y que se maravilla ante los más simples desechos que halla en un tiradero.
Con una apariencia similar, otro de los más recordados y enternecedores robots es Número 5, el personaje principal de la película Cortocircuito (1986). Esta máquina creada con fines militares halla el sentido de la vida y huye de sus creadores.
¿Y cómo olvidar al simpático R2-D2, que regresará en el 2015 en el episodio VII de Star Wars ?
El acompañante de Anakin Skywalker es uno de los personajes más queridos por los fanáticos de los filmes de George Lucas.
También arrancó suspiros el Hombre Bicentenario, aquel robot que estaba feliz de estar al servicio, pero que se enamoró de la hija de su dueña y que se sometió a varios procedimientos con tal de ser un poco humano para estar al lado de la “Damita”. El personaje fue interpretado por Robin Williams.
Aunque animado mediante caricaturas, tampoco podría faltar el Gigante de Hierro. La película de 1999 relata la historia de un enorme hombre metálico que cayó al mar desde el Espacio Exterior. Un niño lo descubre, se hacen amigos y lo esconde en su casa de los agentes del gobierno que planean destruirlo.