La fábrica de los sueños, los estudios Disney, apostaron con Frozen: el reino del hielo , para matizar con cine esta Navidad. En la nueva animación digital, una espontánea y natural princesa luchará para acabar con el maleficio que pesa sobre su reinado: el eterno invierno.
La cinta, que se estrena hoy en Costa Rica, llega a las salas de cine antecedida por jugosas taquillas y una crítica que la ubica como una de las mejores cintas animadas de los últimos años.
Eso sí, aunque hay reyes, magia y ficción, esta vez Disney lleva a la gran pantalla una aventura épica en la que una inusual princesa rompe los viejos temas de antaño.
Se trata de la joven Anna, que acompañada por el reno Sven y el temerario montañero Kristoff, emprende la búsqueda de Elsa, hermana de Anna y Reina de las Nieves.
El objetivo de la expedición es claro, poner fin al gélido hechizo que sufre el reino de Arendelle.
“Esta cinta nos empujó a hacer algo distinto, una historia que enfrenta el miedo contra el amor, que creo es un tema muy contemporáneo”, explicó Jennifer Lee, codirectora del filme.
Según Chris Book, el otro codirector del filme, con la película querían “redefinir lo que es el verdadero amor. Para nosotros era una idea muy especial”.
En Frozen: el reino del hielo, los más jóvenes conocen nuevos patrones donde los príncipes también son ranas, las princesas pueden decir libremente lo que piensan, e, incluso, las brujas tienen su corazoncito y también una historia que contar.
“Tratamos de hacer unos personajes que fueran especiales, que no fueran perfectos. Que fueran desobedientes y extravagantes”, aseguró Buck, quien también dirigió uno de los últimos éxitos de Disney en animación convencional, Tarzán.
Frozen: el reino del hielo, busca, pese a todo, una inspiración clásica, pues toma como base el cuento de hadas La reina de las nieves , de Hans Christian Anderson, escritor al que Disney debe su resurrección en 1989, con La Sirenita .
En este cuento, sin embargo, las protagonistas no se enmarcan en esta tradición de “princesas Disney”. Ariel, la sirena, sí pertenecía a ese grupo, capaz de cambiar su naturaleza por Eric, el príncipe pluscuamperfecto de la historia.
Más bien, este relato es capaz de contagiar al público con un optimismo más que desbordante, donde los vínculos que unen a dos hermanas van más allá del amor irreal entre un príncipe ególatra y una joven princesa.
“Nunca sentimos la presión de hacer una princesa Disney o un patrón concreto. La clave para nosotros era hacer una heroína cotidiana, sin magia, simplemente con un gran corazón”, dijo Lee.
Así, las voces de las dos princesas, caracterizadas por Idina Mendel (Elsa) y Kristen Bell (Anna), son esenciales para representar una fantasía épica en la que dos hermanas representan dos caras opuestas de una misma moneda.
La inocencia, la falta de experiencia y la ingenuidad desmesurada de una inocente princesa, luchan por vencer la intransigencia y el miedo al rechazo de su gélida hermana, la princesa mayor.
Elsa, quien tiene el poder de transformar en hielo todo lo que toca, huye de su reino tras haberlo condenado por error a un frío y eterno glacial. Anna decide partir en su búsqueda, aunque con un poder que es materialmente invisible.
“Hay varios elementos muy fuertes en la historia, como el de esta joven (Anna) que no tiene otro poder que el amor y que está luchando contra el mal”, detalló Lee.
Por otro lado, con Frozen , los estudios Disney, finalmente, cumplieron un viejo sueño de su recordado fundador, al llevar al cine una versión del cuento de Andersen.
Según Buck, el cuento de Andersen figuraba en la lista de proyectos de Walt Disney, pero nunca vio la luz del día.
“Él quería, apasionadamente, hacer esta versión. Incluso existían algunos dibujos”, aseguró Buck.
Por su parte, Lee afirmó que se hicieron búsquedas (en los archivos) para hallar material original.
“Pero no había nada, aparte de aquellos dibujos. No obstante, sabíamos que era un proyecto muy especial para Disney”, dijo Lee.
Belleza técnica. Y hablando de voces, en Frozen no faltan las canciones gracias a las poderosas melodías creadas por el matrimonio de compositores, Robert López y Kristen Anderson, que dan fuerza y alegría a la divertida película con canciones como Do You Want to Build A Snowman? o Love Is An Open Door.
Robert López, con sangre latina en sus venas, recala en Frozen tras una amplia trayectoria en los musicales de Broadway, donde ganó dos premios Tony gracias a las aclamadas composiciones de Avenue Q y The Book of Mormon .
“Cuando nos enrolamos en este filme, nos atrajo la historia de las dos hermanas, porque estamos casados y también tenemos dos hijas que tienen los mismos problemas”, bromeó el compositor.
No se puede olvidar el tema Let It Go , interpretado por Idina Menzel, que ya está aspirando a un Globo de Oro como mejor canción.
Sin duda, Frozen impactará visualmente en una historia que aparte de inusual, se desarrolla en los paisajes congelados de Noruega, lo que supuso un reto para los técnicos de la cinta.
Viajes a Noruega –con parada en el castillo medieval Akershus de Oslo–; la visita de un reno a los estudios de animación y una charla con el conocido científico, Doctor Snow (Thomas Painter), formaron parte de la investigación que realizó el equipo para que este cuento llegara a un final feliz, al menos en términos cinematográficos.
Al menos hasta ahora, el cometido parece haberse logrado, pues Frozen fue nominada en los Globos de Oro como mejor película animada, donde se medirá con las cintas The Croods y Mi villano favorito 2 .
Además, el filme tiene 10 nominaciones a los Premios Annie de animación y dos postulaciones a los Critics Choice Awards.
Los expertos vaticinan que Frozen competirá también por el codiciado Óscar, cuando críticas como la del USA Today dicen que el filme es “maravillosamente encantador” y The Hollywood Reporter indica que, hasta en el último de los detalles, la cinta está “cuidadosamente realizada”.