Todo inició cuando Jayro Bustamante, director de cine, acompañó a su madre en el 2010 a visitar a los habitantes de una aislada región de Guatemala, llamada Sololá, donde Bustamante vivió cuando era niño. Cuando regresó en el 2010, conoció a María, una mujer de la etnia maya kakchikel.
Bustamante y María hablaron por horas, ella le contó su historia, y él le pidió permiso para hacerla pública.
Así nació Ixcanul , un filme que cuenta la existencia de quienes habitan en San Vicente Pacaya, donde el volcán de Pacaya es un monumento sagrado.
El filme también hace una crítica al racismo, al aborto y al tráfico y el robo de niños y de recién nacidos, un problema que durante la década de 1990 fue un negocio redondo en Guatemala.
Ixcanul es un relato individual, local, y por los elementos y las imágenes que tiene, universal. El filme se proyectará solamente este lunes 14 en el cine Magaly, a las 6: 30 p. m.
Señales. El día que la película se estrenó en el festival Berlinale 2015, el volcán hizo erupción. Así, Bustamante y los protagonistas, María Mercedes Coroy, Marvin Coroy, Manuel Manuel Antún, Justo Lorenzo y María Telón, recibieron el visto bueno de la madre naturaleza. Además de esa luz que emanó el rojo del magma, Ixcanul ha recibido más de 11 galardones.
Recibió el Oso de Plata del Premio Alfred Baue en el Festival Internacional de Cine de Berlín, fue la ganadora en la categoría de Mejor película en el Festival de cine de Guadalajara, para mencionar algunos. La lista es larga, pero se puede resumir en que Ixcanul es la película guatemalteca más premiada en la historia.
La lengua. La selección de los actores fue poco tradicional.
Bustamante puso en medio de un camino, un poste con un cartel que decía: “Oferta de empleo”. Así, convocar a actores inexperto, pero con un requisito primordial: hablar el idioma maya, porque, para Bustamante, así se conserva la identidad, el poder de la lengua.