El equipo de la cinta Una mujer fantástica llegó a Chile el pasado martes, con una estatuilla de la Academia en sus manos: el primer Óscar chileno en la categoría de mejor película extranjera.
Daniela Vega, actriz trans, ha logrado acaparar la atención del ojo público dentro y fuera del país, después de interpretar a Marina (una mujer trans que ve morir a su pareja de manera inesperada).
En su llegada a Santiago, la actriz tuvo que buscar una salida alterna en el aeropuerto por la avalancha de seguidores que llegaron a recibirla.
Esa escena sería solo una muestra de lo que sucedería en la noche, cuando la presidenta Michelle Bachelet invitó a La Moneda al equipo de producción de la cinta.
“La presencia de Daniela ha sido fundamental; ha sido la gran embajadora entre la película y la realidad”, dijo el director, Sebastián Lelio.
“El mérito de la película es que interpela a los espectadores”, añadió Vega, “les invita a definir una postura ante Marina y el resto de las personas trans. En este país, al que yo regreso feliz con el equipo de la película, en mi carné sigue figurando un nombre que no es mi nombre. El país donde yo nací no me entrega la posibilidad de ser yo”.
Vega, con un tono contundente, llamó la atención de los parlamentarios que llevan cuatro años debatiendo una ley de identidad de género que establecería mecanismos para que las personas trans puedan cambiar su sexo de forma legal.
“La tramitación se ha ido postergando. Esta ley se podía haber despachado en seis sesiones”, denunció Vega.
Cine para el cambio. Después de llevar meses atascada, el gobierno de Bachelet escuchó la inquietud del equipo de producción –que tras ganar el Óscar dijo que esta ley era un “asunto urgente"– y aceleró el trámite legislativo.
“Ahora el proyecto acaba de pasar una nueva etapa en su proceso de aprobación en el Senado y ambas cámaras tendrán que resolver sus discrepancias respecto a artículos como aquel que permite, bajo ciertas condiciones, que los menores de edad puedan cambiar su sexo legal”, informó el diario El País. “El gobierno quiere incorporar a los menores de edad a la ley de identidad de género bajo los acuerdos que se lograron en la Cámara Baja, pero todavía queda un largo trecho por recorrer”.
El cambio de discurso del gobierno y la presión por aprobar la ley le generaron críticas a Bachelet.
Ella, en una entrevista de televisión, contestó con ironía: “Pensaba que estábamos todos felices por tener un Óscar. Es la oportunidad para que avancemos de verdad (en la aprobación de la ley de identidad). No solo que aplaudiéramos al ganar la estatuilla, pero después votáramos en contra. Tenemos que ser coherentes”.