Dark Shadows: dosis justa de humor e ironía

Protagonizada por Johnny Depp, y con el regreso de la actriz Michelle Pfeiffer, este filme se destaca por una historia hilarante, en la que se conjuga con un estilo imaginario único

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Luego del anuncio del estreno en el país de la película Dark Shadows, traducida al español como Sombras tenebrosas, surge la incógnita de si la formula usada anteriormente por Tim Burton , volvería a ser tan exitosa.

Para quienes tuvieron la oportunidad de asistir al preestreno del filme, no les quedó duda alguna de que, nuevamente, el cineasta se destaca por la genialidad de sus historias.

Esa capacidad que tiene el director de mezclar un humor tan mordaz con la imaginación, que solo Burton sabe hacer a su estilo, es lo que hace que esta cinta sea tan especial.

Si a eso le sumamos el hecho de que, al igual que en Charlie y la fábrica de chocolates aceptó unirse al actor Johnny Depp, los seguidores de estos dos artistas disfrutarán al máximo esta nueva producción.

Sin embargo, todo el crédito no puede ser para Burton, ya que el mismo Depp fue el “cerebro” detrás de la idea de llevar la clásica serie de los años 60 a la gran pantalla.

Precisamente, fue el actor quien propuso a Tim como director del proyecto, y desde que este aceptó la propuesta, ambos se dieron a la tarea de desarrollar la historia.

Ante esta nueva unión, el reto de sorprender al público fue mayor, pero ambos confiaban en las capacidades del otro para sorprender.

“Johnny está dispuesto a intentar cualquier cosa. Siempre piensa cosas nuevas y ambos las disfrutamos. Así que cada vez que trabajamos juntos es diferente y eso lo mantiene novedoso y refrescante”, dijo el director en las notas de producción.

¿Horror? Con los elementos característicos de Burton, la película narra la historia de Barnabas Collins, personaje interpretado por Depp, quien a sus más de 20 años tiene todo el mundo a sus pies, incluyendo la ciudad que fundó su padre, Collinsport.

Cuando nada parece ir mejor, ya que es considerado como un rico, poderoso y acaudalado galán, decide romperle el corazón a su sirvienta, Angelique Bouchard (Eva Green).

Poco consciente del grave error que cometió, al meterse con una bruja herida, ella misma decide condenarlo a un destino peor que la muerte: convertirlo en un vampiro.

Al ser enterrado vivo, y pasar dos siglos solo en su ataúd, finalmente Barnabas es liberado en los años 70. Allí regresa para descubrir que el emporio familiar se encuentra en ruinas y a punto de extinguirse.

Ante este fatídico panorama, este original vampiro encuentra en Elizabeth Collins, encarnada por Michelle Pfeiffer, la aliada perfecta para rescatar el honor de la familia y vengarse, de una extraña forma, de Bouchard.

Si hasta allí la historia no le es lo suficientemente atractiva, incluya en este escenario a Helena Bonham Carter, esposa de Tim Burton. Su papel de psiquiatra inestable, resultó ir mucho más allá de lo inesperado.

En esta producción, también destaca la participación especial del roquero Alice Cooper, quien, interpretándose a sí mismo, logra llenar de buena música la sala de cine.