El australiano Leigh Whannell, guionista de Insidious (2011) e Insidious: Chapter 2 (2013), es ahora el director de la tercera parte de la saga y califica el nuevo filme como el más oscuro de la exitosa serie.
“Como creador de este mundo, siento que hay algo realmente angustioso en esta película y eso la convierte en la más oscura” , detalló el cineasta.
En esta ocasión, el largometraje, que en Costa Rica se estrenó ayer y que se publicita aquí como La noche del demonio 3 , centra la historia en los primeros contactos de la médium Elise Rainier (Lin Shaye) con espíritus demoniacos .
La trama se desarrolla años antes de los sucesos mostrados en las dos primeras películas, donde la familia Lambert era acosada por unos demonios que pretendían poseer a su pequeño hijo.
Ahora, al tratar de hacer contacto con su madre fallecida, la joven Quinn Brenner (Stefanie Scott) se ve amenazada por un ser maligno. Esto provoca que la médium Rainier, a pesar de su reticencia inicial, decida jugarse la vida por protegerla.
“El demonio de esta nueva historia, que deja su rastro a través de huellas sangrientas y luce una decrépita mascarilla respiratoria, representa todo el sufrimiento en el mundo” , explicó Whannell.
“Es un personaje enfermizo; no quiere poseer los cuerpos, sino arrastrarlos y guardarlos como mascotas o esclavos”, agregó el cineasta.
¿Buena o mala? Hasta ahora, la crítica especializada no se ha pronunciado sobre si el filme es el más temible de la saga o no, lo que sí ha manifestado es una inesperada complacencia.
“Tiene un montaje ágil”, opinó The Hollywood Reporter , mientras que The Wrap publicó que Insidious 3 es “ una maravilla ”. Eso sí, no pensó lo mismo el crítico de Variety , pues escribió que el filme es “ tremendamente aburrido ”.
Insidious es uno de los mejores ejemplos de la magnífica salud que goza el cine de terror de bajo presupuesto.
La primera parte de esta saga, dirigida por James Wan, recaudó casi $100 millones a partir de un presupuesto de $1,5 millones. Por su parte, su secuela, ingresó $160 millones con un presupuesto de $5 millones.