Heroínas y villanas en los cómics: El poder tiene curvas

Desde la década de los años 40, las mujeres comenzaron a robar protagonismo en las historietas , ya sea en el papel de superheroínas o en el de villanas. Cada personaje responde al contexto sociocultural de su época

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Una enfermera que en secreto puede volar, es inmortal, posee superfuerza y un lazo mágico no tiene nada que envidiarles a héroes del calibre de Superman o Batman.

Siete décadas atrás, Diana Prince, mejor conocida como la Mujer Maravilla, abrió una página para las mujeres poderosas en el cómic.

Para que en los universos de las historietas hoy confluyan heroínas y villanas como Gatúbela ( Batman ) Jean Grey ( X-Men ), la Avispa ( Los Vengadores ) o Susan Storm ( Los Cuatro Fantásticos) , alguien tenía que dar el primer paso.

Cuando las mujeres eran solo representadas como amas de casa, secretarias, damiselas en peligro o piezas de un romance, en 1941, el psicólogo William Moulton Marston creyó en la necesidad de un modelo de mujer liberada, poderosa y moderna. La Mujer Maravilla, su gran obra, rompió el molde de la línea de DC Comics, entonces dominada por hombres, y asumió el primer rol protagónico femenino.

“Las cualidades fuertes de las mujeres han sido despreciadas por su debilidad. El remedio obvio era crear un personaje femenino con la fuerza de Supermán más el encanto de una mujer buena y hermosa”, escribió Marston en la revista The American Scholar , en 1947.

La Mujer Maravilla nació a mitad de la Segunda Guerra Mundial, época en que las damas eran alentadas a formar parte de las Fuerzas Armadas. No por casualidad Diana Prince trabajaba como enfermera del Ejército. En ese contexto, comenzaron a brotar otras heroínas como Miss America y Phantom Lady, quienes visten capas al igual que los superhéroes masculinos.

Tras la muerte de su creador, en los 50 el álter ego de Diana Prince asumió roles más tradicionales, como el de secretaria de la Sociedad de Justicia de América, primer equipo de superhéroes de DC Comics.

“En 1954 vio la fundación de la Comics Code Authority, destinada a regular el contenido de las historietas. Aunque no tenía autoridad legal sobre los editores, muchos distribuidores se negaron a colocar cómics a menos que vinieran con su sello de aprobación. Después de la invención de la Comics Code Authority, la historieta de la Mujer Maravilla ya no tenía argumentos feministas fuertes”, destaca un artículo de la Portland State University.

Según el sitio especializado Comic Vine , tras la instauración de ese ente, DC adoptó sus propio código: “La inclusión de mujeres en las historias está específicamente desaprobado. Las mujeres, cuando se insertan en la estructura de la trama, deben ser secundarias en importancia, y deben ser dibujadas de manera realista, sin exagerar las cualidades femeninas”.

Pese al cambio en el rol de la Mujer Maravilla, su atuendo fue cada vez más provocador y adquirió una apariencia altamente sexualizada. Tal es la fijación de los fanáticos con esta imagen, que la elección de la actriz Gal Gadot para la nueva versión cinematográfica de Superman contra Batman provocó protestas porque no tiene los senos suficientemente grandes, un atributo que sí destacaba en Lynda Carter, la protagonista de la serie que causó euforia en los años 70.

Aunque los cómics han sido criticados por los sectores feministas debido a la representación gráfica de la mujer, Tatiana Herrera, profesora de Filología de la Universidad de Costa Rica (UCR), no encuentra una imagen negativa. “¿Acaso vemos a un superhéroe feo? Siempre son musculosos y guapísimos; lo mismo la mujer”, explica.

“Cada día más, vemos cómo las superheroínas tienen tanta o más importancia que los personajes masculinos. Es interesante porque se saca a la mujer de su rol tradicional y se convierte en dueña de sus actos, de su vida e, incluso, es figura de admiración para otras mujeres”, agrega.

La gran revolución. La década de 1960 no solo trajo consigo la corriente hippie , la segunda ola del movimiento feminista, la comercialización de la píldora anticonceptiva y la beatlemanía, también influenció la representación de mujeres en el cómic.

Un claro ejemplo es el de Gatúbela, enviada al olvido durante los conservadores años 50, justo luego de la instauración de la Comics Code Authority. Selina Kyle apareció por primera vez en 1940 como un personaje secundario de Batman , bajo el seudónimo La Gata.

Vacilante entre la justicia y el crimen, desde sus inicios fue presentada como la femme fatale . “Se muestra como una mujer muy tenaz, independiente y moralmente en conflicto con su pasado”, según Comic Vine.

Su auge ocurre en los 60, cuando entra en disputa con la Batichica por el amor de Batman y deja ver la tensión sexual entre ambos, siendo siempre ella la instigadora.

En el 2012, DC decidió cambiar la portada de la edición #0 del reboot del cómic Catwoma n, tras una avalancha de críticas por el escote y la exageración de los atributos del personaje. Finalmente, se publicó una versión más realista.

La transformación del cómic en los 60 obedece, asimismo, al aporte del escritor Stan Lee, responsable de la revolución de Marvel Comics para hacer frente al éxito de la Liga de la Justicia, de la casa DC.

“Stan Lee inventa como el 70% de los personajes y mete a muchas mujeres”, resalta el profesor de Comunicación de la UCR, Melvin Campos.

Así, en 1961, nace Sue Storm, la primera superheroína de Marvel e integrante fundadora de Los Cuatro Fantásticos.

“Sue Storm se diferencia de la Mujer Maravilla y de Gatúbela porque nunca desarrolla otras labores fuera de su papel de novia y, en 1965, de esposa. Una vez casada, la Chica Invisible se convierte en la Mujer Invisible y da a luz un hijo, que le vale su rol como madre. Sue Storm es un personaje pasivo, sin una vida real fuera de la familia y el equipo”, detalla la investigación de la Portland State University.

Dos años más tarde, Lee crea a La Avispa, la única mujer en Los Vengadores. Al inicio se presenta como el eslabón débil del equipo, pero luego llega a ser uno de los miembros más astutos. Excepto por el Capitán América, ella es quien ha liderado el escuadrón por más tiempo.

En medio de su interés por la generación de equipos, en 1963 Lee también da vida a Jean Grey, la única mujer en el grupo original de los X-Men. La Chica Marvel, con poderes de telequinesia, fue al inicio la más insignificante de la banda.

Para Campos, los movimientos revolucionarios de los 60 provocaron que la siguiente década fuera muy crítica, cuando Estados Unidos enfrentó el fracaso en la Guerra de Vietman y la crisis del petróleo. En su criterio, la esencia de los personajes creados en ese momento se inserta en esta tónica.

A partir de 1975, Marvel comenzó el relanzamiento de los X-Men y otorgó mayores poderes a los personajes femeninos que ya existían, como a Jean Grey, quien se convirtió en la Fénix, la mutante más poderosa que se conoce. Asimismo, surgieron nuevos personajes como Tormenta y Mystique.

“Mystique es la imagen de la femme fatale llevada al extremo: no se puede confiar en ella, se convierte en lo que sea cuando sea, ni siquiera se puede conocer su apariencia. Es una villana con un lado humano que la ha llevado a esa posición. Nace casi en los años 80, que fueron tremendamente individualistas. Mystique coincide mucho con eso porque persigue lo que le conviene”, explica Campos.

En 1977, Marvel lanza a quien luego sería uno de sus personajes femeninos más fuertes: Ms. Marvel, llamada Carol Danvers, con superpoderes muy similares a los de Superman, la insignia de DC.

Esta figura constituye un ejemplo de la lucha de Marvel en favor de la liberación de la mujer, con el propósito de atraer lectoras femeninas. Tiene formación militar, pero en su trabajo civil, se desempeña como editora de la revista Woman .

Danvers cobró tal popularidad, que, en el 2012, tras la muerte del Capitán Marvel (el de la línea Marvel, no Shazam, el de DC Comics) asume el puesto y se enfunda en un traje similar al que usan los varones. Se rumora que podría aparecer en Avengers: Age of Ultron (2015).

Para Campos, el caso resulta interesante, pues es poco común que el personaje femenino sea quien sobreviva a través de los años. “Siempre me pareció un personaje más interesante ella (que Capitán Marvel). Era como más atribulada”.

Una aparición importante en los cómics independientes de finales de los 80 es la de Tank Girl. Se trata de una guerrillera que colabora en las misiones de una organización secreta, hasta que es expulsada por sus inclinaciones sexuales y el abuso de drogas. De creación británica, este personaje tiene una apariencia poco femenina, influenciada por la cultura punk .

“Su combinación de ropa reveladora y ajustada, el maquillaje pesado, el cabello rapado y botas de combate ofrecen una crítica a las normas de moda y belleza para las mujeres”, resalta un artículo de la Michigan State University.

Versiones femeninas. Las casas de cómics han enfrentado el reto de diversificar su público a través de distintas estrategias. Una de ellas fue la creación de contrapartes de los héroes masculinos.

La Superchica debutó en 1959, 21 años luego de Superman; la Batichica llegó en 1961, 22 años después de Batman; la Mujer Araña apareció en 1977, a 15 años del nacimiento del Hombre Araña; y She-Hulk llegó tras 18 años de su homólogo.

“Esto tiene dos caras: por un lado estamos haciendo nada más la versión femenina del héroe y siempre es inferior en cuanto a poderes. Tiene mucho del patriarcalismo tradicional. Pero, por otro lado, es como demostrar que la mujer también puede”, explica Campos.