Globos de Oro: Una noche de ‘glamour’ que también tuvo resbalones

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“No les voy a mentir, en estos momentos pusieron cosas equivocadas en el apuntador”, dijo el actor Jonah Hill cuando presentaba uno de los premios de la entrega de los Globos de Oro 2014, después de pasar varios segundos encandilado frente a la cámara, y junto a su colega Margot Robbie.

Finalmente, el problema se resolvió con una tecnología un poco más antigua que la propia televisión: alguien les pasó una hoja de papel con el guion.

El incidente fue uno de los pocos, pero siempre presentes, que demostraron que hasta en las mejores familias hay tropiezos, y sobre todo en una megaproducción en directo. Los actores Salma Hayek y Paul Rudd sufrieron un aprieto idéntico en el 2013.

Inapropiada. Otro de los descalabros se cometió durante uno de los llamados a corte de la transmisión. En el momento de la pausa, pusieron como “dato divertido” ( fun fact ) el siguiente: “Michael J. Fox fue diagnosticado con el mal de Parkinson en 1991”. Claramente el dato no era nada divertido.

En un programa de tres horas transmitidas en directo, el verdadero pecado es el abuso del tiempo, que es un tirano en la televisión. Por ello es que supo tan mal el discurso de agradecimiento de la maravillosa Jacqueline Bisset por su premio en la serie televisiva Dancing on the Edge . Su intervención, además de larga y llena de vacíos, se sintió como un desquite contra personas que solo ella conoce.

Su mención, la primera de la noche, le impuso un ritmo abúlico a una transmisión que todavía tenía por delante más de dos horas y media.