Fernando Trueba: ‘El éxito, para mí, es hacer lo que tú quieres’

Festival El español Fernando Trueba se encuentra en Costa Rica, como invitado Festival Internacional de Cine Paz con la Tierra

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Tiene ocho premios Grammy, siete premios Goya y un Óscar. Si bien es cierto estos reconocimientos hacen mérito a su talento, el cineasta español Fernando Trueba se ha destacado en la industria por la honestidad de sus trabajos cinematográficos.

Sí, estos galardones le han aportado un gran valor a su carrera, pero es la sinceridad de sus guiones y la pasión que siente por lo que hace, lo que lo ha llevado a ser considerado como uno de los mejores exponentes del sétimo arte.

Trueba está de visita en el país, como invitado especial del Costa Rica Festival Internacional de Cine Paz con la Tierra, donde anoche exhibió Chico y Rita , su primera película animada.

En una conversación acerca de esta nueva etapa en su carrera, su premios y su relación con la música, Trueba dejó entrever a un hombre honesto, sin poses, y que a sus 57 años reconoce que lo más importante en esta vida es hacer lo que se ama y no lo que otros quieran.

¿Cuáles son sus expectativas al participar en este festival?

Lo más importante es que el público vea y disfrute de la película. Además, quiero apoyar un festival nuevo, porque estoy muy a favor de la revitalización cultural que está viviendo Centroamérica.

¿Cómo fue darle vida a una película como Chico y Rita ?

Fue una película que nació un poco con Javier Mariscal, porque siempre he admirado sus diseños y caricaturas. De repente, me habló de hacer esta película y era algo que nunca había pensado. Un día, vi sus dibujos sobre La Habana y le dije que quería hacer el filme con su Habana, que era real. El segundo gran impulso fue cuando decidimos que el personaje central fuera un pianista y allí entró Bebo Valdés a hacer la música y tocar el piano. A partir de allí, todo fue fácil.

¿Por qué decidió dar ese paso a la animación?

No hay nada como hacer cosas que nunca hubieras pensado hacer. Es fenomenal cuando rompes ese dogma y te contradices a ti mismo y te traicionas. Es un gran placer.

¿Qué descubrió?

Un lenguaje que no conocía. Había visto películas de animación, pero que eran para niños. Con Chico y Rita , de repente, descubrí que con la animación puedes contar otro tipo de historias. Creo que cuando uno hace una película, lo más importante es saber qué es lo que quieres hacer y en qué lenguaje quieres expresarlo.

¿Es arriesgado hacer películas de este tipo?

Es muy arriesgado porque hay una gran parte del público adulto, que no le pasa por la cabeza ir a ver una película como esta. La animación para adultos es muy arriesgada porque tu público es muy reducido, pero ha ido creciendo y alcanzado una madurez que antes no tenía en lo absoluto.

¿Por qué asumir ese riesgo?

Porque me apetecía hacer esta película. Cada vez que sientes el deseo de hacer algo, corres un riesgo. Cuando luchas por hacer tus propios proyectos y las cosas que a ti te gustan, la vida es más difícil. Sin embargo, la compensación personal es mucha. El mundo es una lucha entre hacer lo que tú quieres y lo que los demás quieren que hagas. La vida es dura y cabrona.

Ha recibido premios Goya y un Óscar. ¿Qué representan estos reconocimientos en su vida?

Representan ser más independiente y sacar más proyectos personales. En realidad, significan la oportunidad hacer cine independiente y me permitió hacer películas que quería y soñaba.

Entonces, ¿todos sus trabajos se han hecho porque usted así los ha soñado?

La verdad es que sí. Todas, incluso El baile de la victoria , que partió de un encargo, se volvió algo muy personal. Apenas me la propusieron, me enamoré de ella y la tomé como mía. Fue maravillosa.

¿Cómo define el éxito?

El público es cada vez más raro. El éxito, para mí, es hacer lo que tú quieres. A mí, en una época después del Óscar, me propusieron hacer películas en Hollywood. Lo estuve pensando y hasta me reuní con actores y productores, pero luego decidí que no. Preferí hacer lo que yo quería.

Usted también se ha destacado como productor musical. ¿Qué le permite expresar la música que no lo hace en el cine?

Cuando soy productor musical, quienes se expresan son los músicos. A veces, algunos de los discos que he hecho parten de ideas que a mí se me han ocurrido y que he propuesto a los artistas. Me da un gran placer trabajar con músicos, porque crear discos es como soñar hacer una película. Lo que pasa es que ya nadie compra un disco.

Su película, El artista y la modelo está compitiendo por una Concha de Oro, en el Festival de San Sebastián. ¿Cómo se siente con esta nueva nominación?

Creo que es una película que necesita de un festival para ser presentada y necesita de todos los apoyos posibles para que pueda llegar al público y darla a conocer.

¿Es su película más íntima?

Puede que sí. Está ambientada en los años 40 y yo siento que quizá es la película en la que hablo más en primera persona. En todas las películas, uno cuenta la vida como la ve, pero en esta la cuento de una forma más directa.

Inicio su carrera en los años 70. ¿Cómo mantiene ese amor y esa magia por el cine?

Yo, que no soy una persona religiosa; de hecho, soy profundamente antirreligioso, siempre digo que la única cosa por la que “rezo” es por no perder la pasión por lo que hago. Creo que todo hay que hacerlo con pasión, poniendo el alma y el espíritu, sino es mejor estar tirado leyendo un libro o tomando una copa de vino con amigos.