El sexo implícito que hay en Cincuenta sombras de Grey pasa casi inadvertido para los miembros del club de fans costarricense de esa trilogía de E. L. James.
Aunque lo que menos buscaba la autora era reproducir un cuento de hadas, las seguidoras escarbaron más allá y encontraron lo inexistente: una historia de amor que las envuelve y hasta les “devuelve la ilusión”.
“Estos libros nos rompe el tabú. Estamos acostumbrados a leer historias donde la protagonista es la chica plástica perfecta. Anastasia (Steele, la protagonista) rompe con eso: le gusta leer y no es una chica normal.
”Nos hace creer que las mujeres podemos tener una relación con alguien superior, alguien divino. Nos permite soñar y no conformarnos con cualquier cosa”, explicó la integrante Abigail Díaz, de 21 años.
Esta agrupación de seguidores tiene 50 miembros activos; como es de esperar, todas son mujeres jóvenes, que no sobrepasan los 25 años.
Pero, ¿y el sexo? “La gente lo ve como morbo o porno para mamás, pero quienes lo ven así es porque no entendieron la historia de amor que hay detrás”, aseveró Kimberly Cordero, presidenta del club de fans. Ella ha leído la trilogía más de cuatro veces.
Agregó: “Lo que le podemos decir a quienes critican es que traten de no encerrarse en ese tabú de lo que es el sadomasoquismo, que vean el fondo de la historia. Él (Christian Grey, protagonista y pareja de Steele) sufrió desde cuando tenía menos de 6 años, tenía mamá drogadicta. Se merece una oportunidad”.
De hecho, ellas ven hasta tierno el hecho de que Grey quiera sobreproteger, de forma extrema, a Steele. “Él tiene una personalidad como dominante y eso hay que entenderlo. Quiere que ella (Anastasia) esté bien y, por eso, durante los tres libros, él busca que ella esté bajo su cuido”.
¿Les gustaría un Christian Grey en sus vidas? “¡Claro! Porque, en realidad, él respeta a las mujeres. Todo lo que hacen en el sexo es con el consentimiento del otro y así deben de ser las cosas, sin abusos y sin nada”, concluyó Ericka Jiménez, otra miembro del club.