Blancanieves y los siete enanitos , 75 años de llevar dibujos al cine

Memorable Estrenado el 21 de diciembre de 1937, el primer largometraje animado marcó todo un hito en la historia del cine

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Durante 75 años, Blancanieves y los siete enanitos ha deslumbrado a los espectadores, generación tras generación, con una historia y unos personajes que han calado en la memoria y la cultura popular.

Estrenada en Los Ángeles, el 21 de diciembre de 1937, y basada en el clásico cuento de los hermanos Grimm, el filme no solo se convirtió en el primer largometraje de dibujos animados del mundo, sino que fue un rotundo éxito de taquilla.

Detrás de aquel ambicioso proyecto estaba un productor que pronto daría nombre a todo un imperio del cine: Walt Disney.

Algunos lo llamaron Disney’s Folly (la locura de Disney), pues arriesgó todo su capital para llevar a cabo esta obra con un presupuesto inicial de $500.000, que casi terminó triplicándose.

“Disney contrató a más de 700 dibujantes, coloreadores, técnicos y otros especialistas que hicieron un laborioso trabajo para conseguir un largometraje de 83 minutos de duración. Para dar vida a Blancanieves sirvió de modelo una niña de 13 años llamada Marge Champion”, cuenta un artículo de la agencia DPA.

Aunque muchos escépticos le auguraban un fracaso total, la historia de la bella princesa, objeto de los celos de su malvada madrastra hasta que ésta acaba envenenándola con una manzana, registró un ingreso de más de $8 millones.

“Con ese dinero, Disney pudo financiarse un nuevo estudio y, en pocos años, lanzar una serie de exitosas películas de animación como Bambi , Fantasía o Pinocho , hoy ya convertidas en clásicos”, añade el texto de DPA.

Más serios. 75 años después de Blancanieves y los siete enanitos , los dibujos animados ya no tienen tabúes ni fronteras y toman en serio a los niños. Ahora hay otros héroes que hacen las delicias de grandes y chicos: una princesa rebelde o un niñito africano en lucha contra los prejuicios.

“Desde Walt Disney y sus historias que evitaban los temas serios, hemos cambiado de planeta y de siglo”, explica Michel Ocelot, el padre de Kiriku , un niñito africano nacido en 1998 en el cine, cuyas aventuras permitieron dar “un giro”, según los profesionales consultados por la AFP.

En 40 años, “hemos pasado de los dibujos artesanos pintados a mano a las imágenes digitales, en 3D, con un ritmo de producción acelerado; la hegemonía de los estudios Disney cayó”, recalca Frédéric Nagorny, profesor de animación.

“Incluso en Disney, se acabaron las historias para ‘niñitos buenos’. Se habla de medio ambiente, de la independencia de las niñas. Era inconcebible hace tan solo unos años”, insiste Ocelot.

De Toy story a Lorax o de Shrek a Kirikou , por ejemplo, los héroes se parecen al ciudadano de a pie.

Juguetes, animales, monstruos, niños, adolescentes o ancianos... los protagonistas de hoy en día “tienen problemas como todo el mundo, intentan vivir con los demás, que a menudo son los malos (padres, vecinos, colegio). Uno se identifica con ellos”, añade Abouet.

Incluso cuando hay superhéroes, algo frecuente en Estados Unidos, “se les ridiculiza”, sostiene Nagorny. De ahí el éxito mundial de Shrek o de El origen de los guardianes del estudio DreamWorks.

Y aquella frase de “vivieron felices y comieron perdices” se ha convertido más bien en “se casaron, tuvieron hijos, se divorciaron, se interesaron por otras personas e intentaron vivir en un mundo que avanza muy rápido”, concluye con ironía Abouet.