Ana Karenina : una pasión que mata

Perderse en los brazos de un amante le cuesta caro a una dama de la alta sociedad rusa. Su drama y la lección de vida, a partir de mañana en los cines ticos

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En la trampa mortal de una deslumbrante y prohibida pasión, se resume el fatídico relato de Ana Karenina, la protagonista de un novelesco filme que se estrena mañana en los cines ticos.

¿Qué es el amor?, ¿qué lo define?, ¿se basa en la razón o en la atracción sexual?, ¿hay acaso cabida para la infidelidad? El británico Joe Wright parece contestar estas preguntas en Ana Karenina (2012), basando su idea fílmica en la novela homónima de León Tolstói, publicada en 1877.

Con una propuesta que se bate entre la realidad y la composición teatral, con críticas directas a la sociedad rusa de la época y con el Óscar a mejor vestuario como carta de presentación, Ana Karenina es un filme para complacer al ojo, escudriñar en el tema moral y agitar conciencias.

Keira Knightley es quien da vida Karenina, una vibrante y hermosa mujer de clase alta que, a pesar de ser casada, pone sus ojos en el apuesto oficial Alexéi Vronski (Aaron Taylor-Johnson).

El esposo de Karenina es Alexéi Karenin (Jude Law), un oficial del Gobierno con quien tiene un hijo. Su condición social en el San Petersburgo del 1874, no podría mejor.

Aún así nada, ni siquiera su hijo, frenan a Karenina, quien se lanza extasiada a los brazos de Vronski. Ella inicia su idilio mientras el escándalo social, los remordimientos y las inseguridades comienzan a aflorar.

“Es una historia que entendemos hoy en día porque las personas siguen deseando algo que no pueden tener, siguen enfrentando bloqueos y reglas sociales, y siguen teniendo problemas para transmitir sus emociones”, dijo Knightley, en la notas de producción del filme.

Una historia paralela, pero de igual forma relacionada, surge en la figura de Konstantin Levin (Domhnall Gleeson), un terrateniente enamorado de Katerina Kitty Shcherbatsky, una hermosa joven que inicialmente rechaza su propuesta nupcial.

Lo que sucede es que Kitty está obsesionada con Vronski, el amante de Karenina.

“La idea del amor que tiene Levin es muy pura. En la historia... él está situado en un lugar muy real respecto al amor, uno que no se basa en el artificio”, dice Gleeson sobre su personaje.

“Eso se refleja en la forma en que elige vivir su vida, que está a cierta distancia de la sociedad de San Petersburgo y Moscú. Sin embargo, todavía, la mujer que ama está en un lugar artificial para él”, agrega el actor.

Finalmente las cosas fluirán para ambos. Levin se sorprenderá de Kitty, quien como mujer tiene mucho más que ofrecer que una simple y aristócrata dama.

La historia de amor puro entre Levin y Kitty, funciona como un antagonismo entre la pasión prohibida de Karenina y el oficial Vronski, así como de las plásticas relaciones cocinadas en la Rusia imperial.

“En la cinta hay amor, amor maternal, amor fraternal, amor carnal, amor por Rusia y demás. La palabra ‘amor’ es central para el libro y para la película. Decidí no incluir aquellas partes de la novela que podrían tratarse de otra cosa”, explicó Tom Stoppard, guionista del filme.

Cine y teatro. La siguiente crítica de la revista Entertainment Weekl y lo dice todo: “Al hacer la radical decisión artística de contar la historia como si estuviese interpretada por actores en un escenario, Joe Wright se enamora apasionadamente de sus propios artificios imaginativos”.

Según la crítica internacional, lo más destacado de Ana Karenina (2012) es el juego visual y artístico que propone su director. Para los expertos, su narrativa no está entre sus puntos altos, a lo que debe un raquítico 6.3 de promedio en el sitio Metacritic.com

No por casualidad, sus cuatro nominaciones al Óscar 2013 se centraron en categorías técnicas: mejor diseño de producción, mejor vestuario, mejor banda sonora y mejor fotografía.

De esa manera, a un simbolismo teatral se remite la idea de una sociedad rusa que actúa bajo prejuicios y conveniencias.

“Anna interpreta el papel de una esposa diligente hasta el momento en que conoce a Vronsky, pero todos los demás en su círculo siempre están actuando. Por lo tanto advertí: –Muy bien, podríamos situar el filme en un teatro”, explicó Wright.

La idea sedujo a todos y fue llevada a la gran pantalla.

Por ejemplo, para representar a “San Petersburgo y Moscú en toda su teatralidad, la cinta muestra su acción dentro de un hermoso teatro en decadencia, una metáfora de la sociedad rusa de la época”, agregó Wright.

Como dato adicional, Ana Karenina – que hasta ahora tiene $59 millones acumulados en la taquilla mundia l–es la tercera colaboración de Wright con Knightley: la primera de ellas fue en Orgullo y prejuicio (2005) y la segunda Atonement (2007).

Por Orgullo y prejuicio , Knightley fue nominada al Óscar a mejor actriz . Ese precedente dista mucho de lo sucedido con Ana Karenina, pues su trabajo en este filme no fue considerado para ningún premio importante.