Este domingo, Leonardo DiCaprio volverá a pisar la alfombra roja de los premios Óscar, tras siete años de ausencia en esa ceremonia. Todo se lo debe a la historia verdadera del agente de bolsa neoyorquino Jordan Belfort, cuya codicia aparece retratada en El lobo de Wall Street .
El filme, dirigido por el afamado cineasta Martin Scorsese, llega hoy a los cines nacionales, apenas tres días antes de que se anuncie si por fin DiCaprio podrá levantar la estatuilla con la que tanto ha soñado.
El actor ha experimentado la derrota en tres ocasiones distintas: en 1994, por ¿A quién ama Gilbert Grape? (rol secundario); en el 2005, por El aviador y de nuevo en el 2008, con Diamante de sangre .
Esta vez, aún teniendo como competencia en la categoría de mejor actor protagónico a Chiwetel Ejiofor ( 12 años de esclavitud ) y a Matthew McConaughey ( Dallas Buyers Club ), tiene probabilidades a su favor... y también en contra.
De hecho, esta es la primera ocasión en varias décadas en la que la competencia se torna tan cerrada en esta categoría, según el crítico de cine de la revista Entertainment Weekly , Owen Gleiberman.
La actuación de DiCaprio en el papel de Belfort, un astuto agente de bolsa que descubre en millonarias estafas la fórmula de la riqueza, fue ampliamente alabada por la crítica internacional, como el sitio The Daily Beast , el cual destaca que dejó todo su ser en este papel.
Y con justa razón: el actor trabajó seis años para encontrar la manera de llevar a la pantalla grande la autobiografía de Belfort, la cual relata el ascenso y la gran caída de este magnate. Incluso, el mismo DiCaprio se encargó de convencer a Scorsese de dirigir esta película.
“Se tornó controversial, pero también se convirtió en la película más exitosa de Scorsese hasta ahora”, resalta el sitio especializado Deadline Hollywood .
El gran obstáculo que DiCaprio tendría que brincar para hacerse con la estatuilla es justamente la trama que tanto lo apasionó. La película sigue la salvaje carrera de Belfort y la transformación de aquel joven honrado que buscaba el sueño americano en un corrupto fundador de una agencia bursátil, cuyo exponencial crecimiento financiero le valió el apodo “El lobo de Wall Street”.
Con una gran fortuna amasada, el veinteañero agente se lanza a una vida de excesos, delimitada por la fama, las drogas, los autos y la relación con una supermodelo. Así consigue colocarse justo en la mira del FBI y de la SEC (Securities and Exchange Commission, agencia federal encargada de la supervisión de los mercados financieros).
“El aclamado director Martin Scorsese va directo al punto con una historia extravagante y llena de humor negro, de la variedad más contemporánea de delitos de extorsión: las altas finanzas. El resultado es un viaje épico a través de la intoxicación –intoxicación por codicia, adrenalina, sexo, drogas y el dinero fácil”, detallan las notas de producción.
Según el análisis de la revista Bustle , la interpretación de DiCaprio podría ser demasiado escandalosa para los miembros del jurado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, pues la mayoría de los encargados de la decisión final son hombres con edades por encima de los 60 años. “Una gran parte de ellos encontrarán El lobo de Wall Street , con su fuerte énfasis en lo llamativo y lo salvaje, más irritante que entretenida”, apunta.
Aún así, el filme ha recaudado $113 millones en Estados Unidos, según el sitio Box Office Mojo, y está nominado para los Óscar en cinco categorías que incluyen –aparte de mejor rol protagónico– mejor película del año, actor secundario (Johan Hill), dirección y guión adaptado.
Sin embargo, DiCaprio no se atreve a mostrar sus ilusiones con el ansiado galardón. “Nadie sabe lo que sucederá. Todos tienen sus predicciones. No tengo expectativas sobre lo que ocurrirá con nada ni nadie. En este punto, lo que me interesa es exhibir un proyecto con el que me encariñé de una manera muy especial y del que me siento muy orgulloso”, confesó a Deadline Hollywood .