Crítica de cine de 'Un amor inseparable': Si se ama, se puede

Sin excesos de nada, tenemos en cartelera un buen filme romántico entre melodrama y comedia.

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Por alguna parte leí sobre películas que invitan a amar y a que los humanos nos abracemos. Este es el caso de un muy buen filme que nos llega dirigido por el escritor y comediante estadounidense Michael Showalter. Se trata de Un amor inseparable (2017).

En algunos países, dicho filme ha sido titulado como “La gran enfermedad del amor”, mientras su título original es Big Sick. Igual, hay quienes lo clasifican como comedia romántica y quienes afirman que se trata de un melodrama. Prefiero esta segunda clasificación, aunque tenga secuencias de fino humor muy bien administrado.

De una vez les digo que recomiendo este filme a aquellas personas que sienten el amor como un ejercicio de bondad, de solidaridad, de enorme cariño y de alta sensibilidad en favor de lo mejor del ser humano. Es filme que van a disfrutar y que se les irá adentro de la piel, tal su emotividad.

Igual, lo puedo recomendar a quienes prefieren el odio, las guerras, la discriminación, el abuso y la intolerancia: tal vez, al ver “Un amor inseparable”, alguna fibra se les mueva en su organismo o el cerebro se les sacuda y puedan cambiar sus actitudes negativas.

Por supuesto, también hay que recomendar este filme a quienes aman el buen cine y lo valoran por encima de ese “megacine” lleno de efectos visuales, pero vacío de conceptos. En efecto, “Un amor inseparable” no es, de ninguna manera, para espectadores que prefieren el envoltorio antes que el contenido de la trama.

Aquí, se narra la historia de amor entre Kumail, joven paquistaní dedicado a la comedia en vivo y monologada (stand-up comedy), y Emily, joven blanca estadounidense, quien estudia psicología. Su primer encuentro, según ellos, ha de quedarse ahí, en un buen momento de conversación y en una noche con sexo.

Sin embargo, no sucede de esa manera: los encuentros se suceden y el amor aparece a pesar de sus evidentes diferencias étnico-culturales. Mientras la familia pakistaní busca un matrimonio arreglado para Kumail con una joven de dicha nacionalidad, los racistas padres de Emily no piensan que su bella hija blanca ha de casarse con alguien “diferente”.

Parece una enésima vuelta de tuerca de la famosa historia de Romeo y Julieta, como fue la película Amor sin barreras (1961), de Robert Wise, solo que Un amor inseparable es filme tan cierto que su guion fue escrito por los propios personajes de la historia. Por otra parte, la película no llega al desgarramiento propio de las grandes tragedias.

Aquí es cuando Un amor inseparable se ubica como melodrama, porque sus contradicciones no son olas violentas del mar, sino que se nos transmiten con determinada sensación de paz, como la superficie de un lago. Este filme es fórmula evocadora de sentimientos, sin agudizar la tragedia interior y sin trivializar nada.

Con buenas actuaciones, sobre todo de Zoe Kazan, como Emily, diseñada como una “manic pixie dream girl” (frenética joven hada de ensueño) y con sensato manejo del lenguaje fílmico, esta película es lo mejor que hay en cartelera en estos momentos, sea comedia romántica o melodrama.


Título original: The Big Sick

Estados Unidos, 2017

Género: Melodrama

Dirección: Michael Showalter

Elenco: Kumail Nanjiani, Zoe Kazan

Duración: 119 minutos

Cine: Cinépolis

Calificación: CUATRO estrellas ( * * * * )de cinco posibles