Crítica de cine: 'Amor viajero'

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Lo bueno de las películas costarricenses es que nadie en el país puede acusar al crítico de que copia ideas de colegas extranjeros. Por otro lado, permiten sentir el enojo de alguna gente de cine, cuando uno cuestiona sus filmes. Quienes se decían amigos, dejan de hablarle a uno. Puedo hacer una lista.

El cineasta costarricense Miguel Gómez disfruta tanto del cine que él hace, tanto, que nunca me ha cortado palabra por críticas adversas que he escrito. Pero enfoquemos lo mejor. Así, si en Italia 90 (2014), buen filme, Gómez nos hizo vivir con emotividad los antecedentes de jóvenes futbolistas que triunfaron en ese torneo, ahora la emprende con humor galano sobre el tema del amor juvenil de pareja.

Su nuevo estreno se titula Amor viajero (2016) y le sirve para contarnos --desde sus personajes-- cómo el amor es la expresión más desigual de la conducta de pareja. Por eso, los amores devienen o semejan tragedias para los enamorados, pero más bien son comedias para quienes los miramos: los demás, así se trate de Romeo y Julieta, de Shakespeare.

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Sépanlo de una vez, los personajes de la película de Gómez no llegan a morirse, para qué, si morirse por amor es una estupidez. El amor es zigzagueante y la película Amor viajero se deleita demostrándolo, como lo hicieron aquellas comedias románticas de los años 30 y 40 llamadas screwball comedy.

El término viene de un lanzamiento en beisbol que corre como tornillo y, en cine, son películas donde los enamorados si no han perdido un tornillo es porque les faltan tres. Lo que sucede es mientras llega el final feliz. Así es en Amor viajero, con guion del propio Miguel Gómez, donde sus personajes se pelean antes de un deleitoso viaje a Europa, al que le han puesto mucho empeño.

Haciéndose trompas, Gaby y Marco, como se llaman nuestros enamorados, deciden hacer el viaje entre "truénganos y fusínganos". Tal es la trama de la película, por lo que se pasa de tiempo narrativo con esa misma cábala: siempre ellos dos, sin ninguna subtrama que aliviane dicho exceso.

Aunque esta comedia romántica pudo darse el beneficio de no repetirse con algunas situaciones (y no se lo dio), lo cierto es que logra divertir, ¡claro que lo hace! No hay urgencia por sacar moralejas, aunque sí lo hace. Lo importante es el humor, entendido como embriaguez de la relatividad de las decisiones humanas (según el decir del escritor checo Milan Kundera).

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El tono burlón y festivo de la película descansa sobremanera en la actuación tan limpia y exacta de la actriz Montserrat Montero, como Gaby. El filme seduce con el trabajo de ella. Es como si la cámara la gozase con su arte histriónico.

Con Amor viajero, lo romántico se mezcla bien con lo cómico (los actos fallidos de la pareja según la trama). Como dijo el cineasta francés Marcel Pagnol, "si follan es una comedia; si no, es una tragedia": Miguel Gómez logra una buena comedia romántica y no dudo en recomendarla.

FICHA TÉCNICA:

Título original: Amor viajero

Costa Rica, 2017

Género: ComediaDirección: Miguel Gómez

Elenco: Montserrat Montero, Renzo Rímolo

Duración: 130 minutos

Cines: Cinépolis, Cinemark, CCM, Citi, Nova

Calificación: TRES estrellas ( * * * ) de cinco posibles