Conejos y actores reales hacen buena mancuerna

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Hace 23 años, un conejo animado y actores de carne y hueso convivieron en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988). Hoy llega Hop: rebelde sin Pascua para repetir la fórmula.

Colocada entre las diez películas más taquilleras de los 80, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? , de Robert Zemeckis y Richard Williams, fue la prueba de que personajes animados y de acción real eran un éxito.

Pero si a esa fórmula le agregamos la personalidad de Roger Rabbit o el carisma de Bugs Bunny, en Space Jam (1996), la cosa suele seducir a la audiencia y traducirse en máquinas de hacer dinero, sobre todo cuando se le da a los orejudos personajes los roles estelares de la película.

Los números hablan: ¿Quién engañó a Roger Rabbit? recaudó en taquilla $329 millones en todo el mundo, y Space Jam –con el aliciente de Michael Jordan en el reparto–, $230 millones. Cifras astronómicas, considerando la época en que fueron estrenadas.

Aún con críticas negativas y poco boom mediático, Hop: rebelde sin Pascua lleva ¢83 millones en solo dos semanas.

Aunque Hop: rebelde sin Pascua no tiene un actor humano sobresaliente que le agregue valor adicional al filme, sí apuesta por ganar por el lado tecnológico.

A diferencia de Bugs Bunny y Roger Rabbit, E.B, el protagonista del nuevo filme fue creado con la más alta tecnología digital. ¿Hará esto alguna diferencia?