‘Cincuenta sombras de Grey’: la hoguera prende con rudeza

Con críticas medianamente favorables, Cincuenta sombras de Grey y su lasciva trama se estrena hoy en Costa Rica. La fórmula sexual que hizo famosa al libro se repite calcada en el cine

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Como si se tratase de una lasciva y afrodisíaca estrategia, la producción de Cincuenta sombras de Grey se ocultó con recato ante una ansiosa, descarnada y siempre voraz crítica internacional.

Haciéndose desear, por largas semanas, el polémico filme levantó miles de sospechas alrededor, fue generador de todo tipo de comentarios y se rodeó de un halo seductor y misterioso. Finalmente, todos rompían en ansias, el filme se desnudó con cierta gracia ante los expertos.

Hace tan solo dos días, en el Festival de Cine de Berlín, la cinta dirigida por Sam Taylor-Johnson efectuó su primer vistazo y dejó a la crítica medianamente satisfecha. A juzgar por sus comentarios, lo que había oculto bajo falda de la película fue, sin duda, mejor de lo que hubiesen imaginado.

Al menos no fue un fiasco y eso ya rompió con toda expectativa.

“Sam Taylor-Johnson y el guionista Kelly Marcel han aportado un descaro y un humor astuto, que va esfumándose gradualmente a medida que la acción va entrando en un territorio más oscuro, más pervertido. Un elenco brillante”, escribió sobre el f ilme la revista Variety.

Antes de que Berlín diera las primeras luces sobre la película, tan solo estábamos seguros de que Cincuenta sombras de Grey llenaría los cines a lo largo y ancho del orbe, que a miles de mujeres podría provocarles gritos casi orgásmico en la butacas y que todo el mundo querría opinar, para bien o para mal, sobre la descarada y polémica producción.

¿Y cómo no iba a ser así?, se trata de la adaptación de un best seller erótico que ha vendido más de 100 millones de copias a nivel mundial, ha sido traducido a 51 idiomas y que cuya línea narrativa acaba por catapultarla a lo más alto: habla sobre sexo, sí de sexo, una palabra que vende con solo chasquear los dedos.

Quienes leyeron el libro en que se basa la película serán expertos en la trama y los que no, es posible que ya le hayan calentado el oído con la libidinosa propuesta fílmica: un joven y atractivo millonario de apellido Grey, somete a una ingenua universitaria a un rito sexual bastante perturbador: ‘sadomasoquismo’ y demás.

Antes del favorable grito de la Berlinale y de que The Hollywood Reporter alabara al elenco del filme calificándolo de “fascinante” , todos conocían quiénes eran los seductores intérpretes de Cincuenta sombras de Grey , Jamie Dornan y Dakota Johnson.

Además, son de dominio público los escandalosos cambios que sufrió el elenco antes de la filmación y de las decepciones que desde ya hacen ruido en los pasillos de cualquier edificio: “¿solo 20 minutos de sexo?”; sin duda una tragedia para las fans más atrevidas del universo Grey .

Todo eso y quizá algo más sabíamos de la película, pero nada a ciencia cierta sobre la calidad de una adaptación fílmica atrevida e intrépidamente dirigida por Sam Taylor-Johnson.

“Johnson es un verdadero hallazgo: tan comprometida, hace que cada descubrimiento de Ana, dentro o fuera del dormitorio, resulte convincente”, opinó en sus páginas Elizabeth Weitzman , de New York Daily News .

Sin embargo, no todas las voces se vieron seducidas con la cinta . Indiewire asegura “que la mayoría de los espectadores estarán buscando una palabra para huir de este lío de más de dos horas de excesos a medio cocinar”.

Una más posición más certera es la de Telegraph , que apunta que la película es mucho mejor que el libro que le dio origen.

“Demuestra que la basura casi analfabeta se puede convertir en algo maduro e incluso eléctrico en pantalla”, publicó Telegraph .

La fórmula. Ante la benevolente crítica, la bomba de placer que promete la publicidad de la cinta y las miles de mujeres que dicen ser testigos de su efecto, no queda más que recordar de qué se trata esta picante producción.

Cincuenta sombras de Gray, filme que se basa en la obra de E. L. James, explora la floreciente relación entre el enigmático millonario, Christian Grey (Dornan), y la ingenua universitaria, Anastasia Steele (Johnson).

Steele es una estudiante de Literatura de la Universidad de Washington, quien recibe la misión de entrevistar a Grey, un exitoso empresario de 27 años.

La joven llega a la cita y de inmediato es flechada por su impresionante atractivo.

“Ana intenta olvidarlo, pero lo desea demasiado. Cuando la pareja inicia una apasionada relación, Anastacia se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus más oscuros deseos”, dice la sinopsis del filme.

Las prácticas de Grey incluyen un fuerte combo de prácticas sadomasoquistas: latigazos, prensas en el cuerpo y esposas que atan a la joven a la cama. No es casualidad, por consiguiente, que cientos de comercios de tipo sexual se estén frotando las manos en estos días.

Incluso, Grey invita a Anastacia a la ‘romántica’ firma de un contrato legal, con el que la chica acepta las condiciones sexuales impuestas por el dominador.

“¿Se someterá Ana a Christian y le dará todo lo que le pide? ¿Firmará el contrato o se irá para siempre? Esa es la pregunta que mantiene la tensión en el libro y es la misma que queremos que sientan los espectadores durante la película”, dijo Dana Brunetti, productora del filme.

En esencia, Cincuenta sombras de Grey es una historia “que trata sobre límites y, particularmente, sobre límites sexuales –ponerlos, respetarlos, infringirlos–, y sobre la exploración que puede llevarse a cabo dentro de ellos”, dicen las notas de producción de la película.

El libro de James, además, explora el pasado doloroso de Grey y tira ciertas pistas del porqué de sus actitudes. El muchacho arrastra un ramillete de conflictos y los explicita en la cama.

“La popularidad del libro se debe a la curiosidad que causa una historia de hadas llevada al lado oscuro”, agregan las notas oficiales de la cinta.

Con dolor o sin dolor, con amor o sin amor, con látigo o sin él. No importa cómo ni en qué forma, un público esposado a las butacas del placer da al cine comercial la oportunidad de convertir el sexo en garantía de taquillas rebosantes. Acá no entra en juego el corazón.

Cincuenta sombras de Grey es la primera película de una trilogía que, según anunció su directora, continuará en los próximos años con Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas , las otras partes de la serie literaria de E. L. James.