El icónico filme sobre los cinco muchachos castigados es un instituto es demasiado poderoso como para olvidarlo. El drama y humor de The Breakfast Club crearon una combinación fantástica que hasta la fecha se recuerda con calidez.

Con motivo del 35 aniversario del lanzamiento del largometraje, Sala Garbo proyectará la historia escrita y dirigida por John Hughes este martes a las 4:15 p. m.

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La historia

No hay demasiado por decir pero sí por disfrutar de The Breakfast Club.

Es la historia de cinco alumnos del colegio ficticio Shermer High School, en Illinois. A los estudiantes Allison Reynolds (Ally Sheedy), Andrew Clark (Emilio Estevez), John Bender (Judd Nelson), Brian Johnson (Anthony Michael Hall), y Claire Standish (Molly Ringwald), no les queda más que conocerse entre sí para darse cuenta cuál es el hilo que los une en su tarde de castigo.

Los críticos consideran que es una de las películas que mejor representan el ambiente de los colegios de los ochenta.

“The Breakfast Club es la demostración de cómo con el tema más pequeño (un castigo) se puede hacer cine para adolescentes que no resulte tontorrón o desganado. Es más, esta cinta posee mucho humor, pero también un importante halo dramático, como la propia adolescencia, y es que es una época importante donde cada uno debe responder a esa pregunta de quién es y qué va a ser de él en el futuro”, escribió recientemente el crítico Carlos Eguren sobre el filme.

La entrada para ver la película cuesta ¢2.000.