Arracache: Sabor tico dentro de una tortilla

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Recuerdo la primera vez que escuché la palabra arracache. Una palabra tan fuerte que más bien asusta y, como buen niño, me rehusé a probarlo por más recomendaciones que me dieran.

Por dicha, con los años, el paladar se vuelve más atrevido y uno se lanza a probar cosas que de pequeño nunca quiso, de lo contrario me hubiera perdido para siempre de las delicias del arracache.

Tan solo pensar en el crujiente picadillo dentro de unas calientes tortillas es ahora uno de mis antojos más comunes.

Sin embargo, el llegar hasta ese producto final no es una tarea sencilla y es un camino que puede estar lleno de trucos en el trayecto.

Novedad. Años atrás, el elaborar el picadillo de arracache podía ser una tarea bastante complicada y hasta se corría el riesgo de quedar con las manos manchadas por días, durante el proceso.

Eso ya no es así; en sitios como supermercados o en la feria del agricultor se puede comprar el arracache ya rallado, solo listo para prepararlo a su gusto, ya que cada persona tiene su manera favorita de cocinarlo.

Según explicó Gabriela Jiménez, una de las propietarias del café El Encanto, en Coronado, es muy importante lavar bien el arracache una vez comprado.

Luego se pone a cocinar con suficiente agua hirviendo por unos diez minutos.

El secreto del arracache está en que quede bien seco y, para eso, hay varias técnicas, según contó Miguel Barboza de la revista Sabores.

Después de ese tiempo, es fundamental el ponerlo a escurrir, por lo que Jiménez recomienda que se coloque dentro de una especie de funda para secarlo.

Aquí, incluso, es momento de uno de los tips que aparece en varias recetas de este platillo.

“Lo ponemos dentro de una funda a secar dentro de la secadora de la lavadora, para retirar el exceso de agua; entre más seco quede es mejor”, afirmó la experta.

Una vez completado este proceso, viene manos al arracache.

En la receta de Jiménez, se procede a abrir el chorizo y a cocinarlo con ajo, cebolla, chile dulce y achiote, hasta que quede bien doradito. Otras personas prefieren usar carne molida en vez del chorizo... en la variedad está el gusto.

Una vez cocinado el chorizo, se empieza a revolver con el arracache y se le agregan los condimentos, entre los que están el curry, la sal o el consomé al gusto. Como toque final se le añade poco perejil.

“Luego lo ponemos en una bandeja con una hoja de plátano en el fondo para secarlo en el horno y listo”, afirmó la cocinera.

Hay personas que le añaden otros elementos como papa, para que sea más compacto, u hojas de chicasquil, molidas en máquina, para darle un sabor más picante.

Una de las ventajas de este tubérculo es que está disponible durante todo el año, así que puede satisfacer su antojo durante los 12 meses del calendario. Anímese y pruebe cocinarlo.

También, en lugares como el restaurante El Encanto se sirve este platillo los fines de semana. “Nos gusta incorporarle elementos para integrar lo tradicional y lo nuevo”, dijo Jiménez.

Mientras que en restaurantes como La Casa de Doña Lela, los sirven todos los días.