Al Gusto: Las empanadas son un bocado que lo saca de este mundo

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Imagine que entre sus manos tiene una deliciosa empanada –de frijol, queso, carne o el relleno que usted desee– y que, poco a poco, se la va acercando a la boca. El olor que emana sencillamente lo atrapa.

Respira profundo y le pega un mordisco. ¡Qué bendición! Aquello es un bocado que le da un placer tan grande que le hace olvidar todo para que solo se dedique a disfrutar de lo rico de esta comida.

¡Sabroso! Y es que, para suerte del paladar, hay empanadas de empanadas: unas de maíz, otras de harina; unas de Argentina, otras de puras raíces ticas. Con tanta variedad, cualquiera adulto se siente igual de feliz que un niño en una confitería.

Unas de las más cotizadas –y también de las más comunes– son las que están hechas con masa de maíz. Estas las puede encontrar en la Soda El Frontón, ubicada frente al costado sur del parque de las Garantías Sociales (calle 7, avenida 6).

Sus 65 años de existir son la mayor garantía de buen servicio que les puede ofrecer a sus fieles clientes; sus empanadas son la mejor manera de decirles ‘¡Bienvenido!’ a las personas que recién se acercan.

Ahí venden de frijol y papa, que cuestan ¢550; las de queso y carne tienen un valor de ¢600 y las de chicharrón en ¢750. Rigoberto Madrigal, dueño, contó que el secreto de estas es ponerle cuatro diferentes tipos de quesos a la masa. “Es una receta que tiene más de 100 años de existir y, definitivamente, es una herencia familiar. Cada una se dura haciendo cerca de cuatro a cinco minutos”.

En este local, según Madrigal, venden más de 500 empanadas diarias y eso hace que se convierta en uno de los lugares de referencia cuando se habla de empanadas.

Otro tipo. Por otro lado, en La Ventana del Che, ubicada en barrio Luján (San Pedro), la harina de trigo tiene un papel fundamental.

En ese local, que es familiar, usted puede encontrar ricas empanadas argentinas. Ahí venden de carne tradicional, papa, dulce de leche (sabor a churro), tres quesos, frijol y sabor a pizza . El precio de cada una de ellas es de ¢850.

Jorge Oller, dueño, mencionó que estos ricos bocados se pueden acompañar de un chimichurri argentino y chilero casero.

“Es bastante rico, le da un saborcito diferente. Es cien por ciento recomendadísimo. La gente viene lo prueba y le fascina, de hecho, hasta vendemos por aparte por ¢800”, señaló.

Agregó que también venden las empanadas congeladas para aquellas personas que quieran cocinarlas en sus casas. “Recibimos encargos, las vendemos crudas a ¢750”.