Desconéctese del mundo, relájese y encuentre armonía en un mismo lugar

Kinkára le ofrece una serie de actividades para despejar su mente, relajarse y distraerse

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No hay nada más bonito que aquellos lugares que nos permiten apreciar las bellezas naturales, respirar aire fresco y relajarnos, por eso en Tiempo Libre queremos que usted conozca un lugar que ofrece todo eso y más, como por ejemplo acampar de una manera muy novedosa en tiendas que no cuentan con electricidad.

Le hablamos de Kinkára, que se ubica en Santa Elena de Pérez Zeledón, a una hora de playa Dominical. Nos fuimos hasta allá para conocer ese bonito proyecto que nació en el 2018 y que cuenta con unas tiendas que ofrecen glamping (acampar al aire libre), para observar los paisajes y vivir una experiencia única.

Este mágico lugar nos recibió de la mejor manera con una bebida propia de Kinkára, que se llama Island Roots, a base de ingredientes orgánicos como jenjibre, cúrcuma y manzanilla. Nos contó Jimena Mora Brenes, gerente de operaciones del lugar, que también hacen con CBD y con alcohol. Algo curioso es que tiene gas a pesar de que es natural, también es refrescante.

Jimena nos comentó que, además de sus tiendas de campaña, usted puede hacer cabalgatas, mountain bike (ciclismo), visitar el río Quebrada la Hermosa que viene del Cerro Chirripó, la catarata, hacer yoga, meditación, congresos o charlas en el salón Morén.

“También les coordinamos, si quieren, ir a conocer otros lugares como ir a la playa o a alguna catarata”, agregó Jimena.

Lo primero que hicimos fue recorrer el lugar, que es bastante amplio y tiene una variedad de plantas y árboles que dan la sensación de frescura. En el camino nos contó Jimena que, pensando en la parte humana y en el cuidado de la tierra, esta propiedad de aproximadamente 300 hectáreas tiene más de 8 años de estar libre de pesticidas.

“En años anteriores estuvimos certificados orgánicamente, este año se están renovando todos los papeles nuevamente y estamos bajo esa línea”, nos explicó. Ellos trabajan de mano con la naturaleza y sin alterarla.

Conocimos el jardín de Mandala (tiene esa forma circular y su significado proviene del hinduismo y el budismo) y alrededor hay tiendas de acampar, así que aprovechamos para entrar de una vez, ahí pudimos ver que cuentan con sus respectivas camas y muebles como sillas, mesitas, abanicos, porta toallas y batas. Las tiendas dan esa sensación de querer acostarse a dormir, más con el frío de la noche.

Justo al frente del jardín está ubicado el salón Morén, es bastante espacioso, tiene una vista maravillosa y se utiliza para actividades específicas como yoga o bien para reuniones.

Al llegar vimos que había un sector para ejercicios y a la par estaban las tinas para baños de hielo y el área de masajes, el lugar ideal para relajar su cuerpo. Los baños de hielo ayudan a mejorar el sueño, reducen el estrés y contribuyen a la salud mental, que es algo que tiene muy claro Kinkára.

Los baños cuentan con una estructura segura y le permiten tener una sensación de que se está bañando entre la naturaleza.

Seguimos recorriendo el lugar hasta que llegamos al temazcal, que es una casa baja donde se hacen baños de vapor, las personas lo utilizan como una forma de curar ciertas dolencias por medio de la sudoración con plantas medicinales.

Luego montamos a caballo, con la ayuda de don Isidro Bonilla, quien nos explicó cómo hacerlo correctamente y estuvo pendiente de la experiencia, los caballos son muy obedientes y el tour que se hizo estuvo muy divertido. Nos dirigimos a almorzar, el restaurante ofrece una variedad de comidas, hacen menús personalizados y son muy atentos en el tema de la dieta y de las alergias.

Ofrecen una alimentación muy saludable y deliciosa, en mi caso escogí lomito, ensalada, papas salteadas y vegetales. El refresco fue de mango con maracuyá y tenía un sabor que no se puede explicar, ellos guardan algún secreto porque hasta el agua sabía diferente.

El restaurante es abierto al público, incluso ofrecen tardes de café y hay personas que llegan sin estar hospedadas, porque además Kinkára ofrece unos atardeceres hermosos. Nos faltaba solo el río y la catarata y pudimos conocer esas aguas cristalinas, nos acompañó Katherine Soto, que muy amablemente nos guió hasta llegar a ambos sitios que son espectaculares.

En general el lugar está totalmente recomendado, está repleto de cosas por hacer y usted saldrá relajado y con una experiencia inolvidable, no es necesario que lleve un carro 4x4.

Con Yuplón usted puede ir a Kinkára junto a otra persona por precios que van desde los 85 mil hasta los 150 mil y disfrutar de un tour que lo dejará fascinado y tiene chance para poder aprovechar la experiencia hasta el 31 de marzo de este año.

Para reservar y para más información sobre los términos y condiciones puede comunicarse al 7287 - 8759 o bien visitar este enlace: https://www.yuplon.com/campaign/preview/5039