Chandler tenía tres pezones, le faltaba la punta del dedo meñique del pie derecho (por culpa de Mónica), bailaba horrible, no sabía sonreír para las fotos, odiaba el Día de Acción de Gracias y era el más gracioso de la pandilla de Friends. Su papá era una mujer trans y su madre, una escritora de literatura erótica. El humor inquebrantable y cargado de sarcasmo de este amigo logró conquistar a millones de personas en el mundo; sin embargo detrás de las muecas y de las boberías, estaba Matthew Perry, un hombre atribulado que luchó por muchos años contra la adicción al alcohol y las drogas.
Perry falleció este sábado 28 de octubre a los 54 años. Fue encontrado en su casa en Los Ángeles ahogado en su jacuzzi. Sin embargo, hizo reír a tantos como el entrañable Chandler, que quedó grabado en la memoria de la cultura pop.
Desde el primer momento en que Chandler apareció en escena en Friends, como uno de los protagonistas del sexteto de amigos,se supo que su personaje tenía mucho por delante. En los 10 años que duró la serie, supimos que hacía chistes cuando estaba incómodo, era su defensa; también conocimos cómo una amistad es a prueba de bromas.
Perry le puso mucho de él al personaje, tanto que no imaginamos a otro actor interpretar al querido Chandler. De hecho, se cuenta que cuando hizo la audición para el programa, los productores pensaron en que interpretara a un gay, pero les gustó tanto su trabajo, que adecuaron el papel para él.
Era mordaz y sarcástico, siempre tenía una respuesta hilarante para las situaciones a las que se enfrentaban él y sus amigos.
Los fans esperaban siempre el chiste salvavidas de Chandler en un momento doloroso. Era experto en alivianarlo todo, como sucedió con su última intervención en la serie cuando los amigos salieron del apartamento de Mónica, con sus vidas resueltas, a tomar café: “¿Dónde?”, preguntó Chandler, como si no supiéramos todos que el lugar elegido era Central Perk.
Gozamos con él cuando nos dimos cuenta de que su segundo nombre era Muriel, o cuando descubrimos que la guía de TV que recibía en su casa estaba a nombre de Miss Chanandler Bong. También nos dolió la historia de una infancia muy difícil, cargada de desengaños y abandono.
Chandler, el amigo fiel que se convirtió en el gran amor de Mónica
Mónica era la estabilidad del grupo, pero Chandler fue el amigo que todos queríamos. Era divertido y fiel. Aunque en el amor no le fue muy bien debido a su inestabilidad en las relaciones, al final se convirtió en el gran amor con el que muchos sueñan.
Su relación intermitente con Janice demostró las debilidades afectivas de Chandler, pero cuando se enamoró perdidamente de Mónica se reivindicó. Fue un amor que nació de la amistad: fue real y, por supuesto, divertido.
No podemos olvidar el famoso: “Ellos no saben que nosotros sabemos que ellos saben que nosotros sabemos”.
Chandler siempre estuvo presente para ayudar a Joey, principalmente cuando él no tenía dinero y no se había consagrado como un gran actor de telenovelas. Fue el mejor amigo de Ross desde la secundaria y estuvo siempre dispuesto a brindar su apoyo a Phoebe y a Rachel.
Gracias a sus características es fácil querer a Chandler y, por eso, rápidamente se convirtió en uno de los personajes más destacados de Friends.
Chandler es inolvidable. El aporte de Perry a una serie de culto se mantendrá por generaciones, a pesar de que las múltiples críticas y sus bemoles recuerdan que es un programa que ha envejecido mal. El mundo le agradece a Matthew tantas carcajadas.