El Topo: Tranquilo, Machillo, no estás solo

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Después de la goleada cinco a cero que se llevó la Tricolor frente a España, casi el país entero (o al menos, la parte del país que se mueve en redes sociales) se convulsionó en una serie de ataques diversos que partieron de la ira sacra y del linchamiento masivo contra el entrenador Oscar Macho Ramírez y desembocaron en amnesia colectiva: hace apenas un mes y pico, el 8 de octubre, el Machillo y sus muchachos eran venerados ídolos nacionales porque lograron el cometido principal que se le encomendó a Oscar Ramírez: clasificar a Costa Rica al Mundial Rusia 2018.

Como ocurre siempre, todo el mundo se volvió director técnico y --claro, así quién no la pega-- después de ver el juego se agigantó la palabra “HUBIERA”, pues todo el mundo hubiera puesto a otros jugadores, hubiera planteado diferente, hubiera hecho esto y lo otro.

Sí, claro, se jugó malísimo y la afición está en todo su derecho de opinar y berrear (al fin y al cabo, esa parafernalia es parte intrínseca del fútbol), pero de ahí a que surgiera una horda de gente --un sector de la prensa incluido-- pidiendo furibundos la cabeza de Oscar Ramírez, pues ya eso sí es un sinsentido total, una verdadera panterada.

Hasta que por fin el domingo en la mañana, Erick Lonis Bolaños (una de las voces con mayor conocimiento de causa y autoridad para referirse al tema), sentó cátedra en su espacio, Deporte Más y le anotó un golazo a la amnesia colectiva cuando nos recordó que en los previos de todos los cinco mundiales a los que ha asistido Costa Rica, el único director técnico que se salvó de la apaleada pública y de que le exigieran la renuncia antes del Mundial fue Alexander Guimaraes, cuando se clasificó a Corea-Japón 2002.

Desde Bora Milutinovic hasta Jorge Luis Pinto, todos han sido víctimas de descalificaciones, ataques, burlas, etc. La diferencia, en este caso, es que a Oscar Ramírez le tocó lidiar con la barbarie en que se convierten las redes sociales y que dan margen a que absolutamente cualquiera se dé el taco ya no solo de opinar, sino de ofender, burlarse, írsele al cuerpo al técnico al que hasta hace poco más de un mes tooodooo el mundo quería abrazar, le alababan su hablar campesino y, si podían, le frotaban la panza que tanto le critican ahora (porque sí, la cosa se vuelve personal hasta lo incomprensible) y habrían guardado un colocho de los que se cortó cuando Navas lo rapó.

La gira europea terminó con otra derrota, contra Hungría, y ya ahora se podrán analizar las acciones correctivas que Ramírez y la Federación consideren para llegar en el máximo nivel posible a Rusia.

De todo este desmadre que se ha armado, rescatamos la clase de explicación que ofreció, nuevamente Erick Lonis, este martes en el espacio Malas Compañías, de Teletica Radio, a las 8 de la mañana.

Moderados por los periodistas Ignacio Sántos y Armando González, codirectores del programa, Erick Lonis, Rolando Fonseca y Chinimba Rojas comentaron el tema de cabo a rabo y fue muy enriquecedor escuchar cómo Lonis ubicó a un muy imprudente Fonseca y a un verborreico Chinimba. Una exquisitez de cátedra, el programa está en el sitio web de Teletica Radio, lléguenla y verán de lo que hablamos.

Así que Macho, repetimos: usted no está solo. Todos sus antecesores han tenido que lidiar con lo mismo, por dicha usted es tan prudente que prefiere comer callado y concentrarse en lo suyo, sin dejarse contaminar. Siga así, consecuente, serio, enfocado. Ya nos tiene en Rusia, y aunque todo puede y debería mejorar, ya con solo ponernos en el próximo Mundial, nosotros le damos todo nuestro cariño, apoyo y admiración.

Otros temas bien delicados que han exacerbado el morbo en estos días.

Viviam Campos, quien fuera la pareja del fallecido exfutbolista Gabriel Badilla, ha seguido con su vida, es una muchacha joven y con todo el derecho de volverse a enamorar, lo cual ya ocurrió y trascendió a principios de esta semana: ella es novia ahora del jugador brasileño Henrique Moura, ficha del Saprissa.

Aunque se trata de un asunto privado, apenas trascendió en algunos medios, empezaron las apedreadas y los juzgamientos contra Viviam, quien fue bien inteligente y salió al paso de las críticas con un post en su perfil de Facebook en el que pone los puntos sobre las íes y, aunque se trata de un tema tan personal, prefirió contarlo ella con sus propias palabras y continuar tratando de rehacer su vida con su nueva pareja, sin importar el qué dirán.

Los escándalos, casi simultáneos por temas de pensiones alimenticias también tuvieron movido el fin de semana pasado: la cantante Elena Umaña le cayó, con todo y policías, a su exesposo Henry Moya mientras este se encontraba en un “chivo” (presentación), en un local de Alajuela.

Lo mismo, pero a la inversa, le pasó a Alonso el Mariachi Solís, quien fue aprehendido por la policía el sábado por la noche por el no pago de pensión alimenticia pero el exjugador arregló el asunto económico y se libró de caer en la cárcel.

En ambos casos se trata de asuntos privados, delicados y que involucran a menores de edad, ya suficientemente rudo debe ser para las partes en pugna llegar a esos extremos, como para que medio mundo (incluidos varios medios) no se conformen con informar, sino que toman partido, señalan, juzgan.

Como figuras conocidas tienen que lidiar con esa parte tan desagradable. Al ver la batahola de comentarios sobre ambos casos, solo podemos decir que qué terrible debe ser tener una vida pública, sobre todo en un país como Costa Rica (ya saben lo que dice el dicho, pueblo chico...)

Celso “se montó en la carreta” (no sean mal pensados, es Celso Borges y es una carreta de verdad), ahora que estuvo en Málaga, España, y sostuvo una interesante y cálidad plática con Christian Williams, periodista de la Fedefútbol, a quien le soltó varias primicias que nos sorprendieron bastante.

Celso (Borges, insisto) confesó que quiere ser entrenador (¿tendrá la misma estrella de su padre?); se siente sumamente orgulloso de ser el hijo de Guima y sufrió pánico escénico cuando lo invitaron a tocar en vivo la batería.

Ameno, natural, como cualquier hijo de barrio, demuestra que el cariño que le tiene la afición trasciende su rendimiento en la cancha; hoy por hoy las acciones de Borges están más cotizadas que un pedacito de cielo, hablamos de la persona integralmente, ya no solo como jugador. Mención aparte para el equipo de comunicación de la Federación, que lo montó en una volanta y se lo llevó a dar una vuelta por el centro de Málaga, en una entrevista refrescante que nos recuerda lo maravilloso que puede ser salirse del formato acartonado cuando la cosa fluye natural, sin que nadie quiera robarse el show o ponerse a hacer feo.

Y llegó lo que parece ser uno de los acontecimientos más esperados del año: despezar en redes sociales el traje de fantasía de nuestra representante en Miss Universo. Este año, el diseño que presentó Elena Correa no fue la excepción y como era de esperarse, tooooooooodo el mundo tuvo algo que decir del traje La diosa del Museo del Oro Precolombino, que fue obra del nicaragüense Erick Bendaña.

Lo más triste de esto fue leer en redes sociales los comentarios de decenas de personas que vomitaron toda su xenofobia y racismo solo por que un hermano nicaragüense –que por cierto tiene muchísima experiencia en la confección de este tipo de trajes– tuvo la osadía de llevar una de nuestras mayores riquezas culturales, las piezas de oro precolombino, al escultural cuerpo que Elena ha mostrado desde que fue electa Miss Costa Rica. ¡Y luego nos sorprenden las actitudes y comentarios de Donald Trump!

Dicho lo anterior, la Diosa del Museo del Oro Precolombino es uno de los mejores trajes que una Miss Costa Rica ha llevado a un Miss Universo. Este Topo se ha informado bastante del tema, y les puede asegurar que mucha gente en Las Vegas, donde se realiza el concurso, ya está comentado de manera positiva el diseño de nuestra representante. Increíble como Bendaña creó algo tan hermoso con plumas sintéticas de faisán y pavo real, lentejuelas, cristales de Swarovski y metales.

Las comparaciones son odiosas, pero el traje de Elena Correa supera, por mucho, los vestidos que otras misses ticas han mostrado en la última década en el Miss Universo, que han pasado sin pena ni gloria. Quizá, la única excepción fue el traje que llevó Fabiana Granados al Miss Universo 2013 en Russia, que, dicho sea de paso, tampoco se salvó de la polémica, porque los panameños Horacio Prado y Cristo Athanasiadis lo habían diseñado para el Festival de la Luz.

Y, sobre Elena, decir que lo mostró como las grandes: a pesar del peso y grandeza del vestido, ella lo luce con un porte, seguridad y garbo que solo la práctica y experiencia dan. Este Topo hace oídos sordos a las malintencionadas críticas y le desea muchísimo éxito. ¡Elena, empezaste con el pie derecho el Miss Universo!