Washington garantiza igualdad de acceso a Internet y prohíbe “canales rápidos”

Voto asesta un duro golpe a grandes empresas proveedoras de servicios de banda ancha que pretendían mantener un sistema diferenciado en la velocidad de acceso a Internet

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Washington.

La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) dio hoy un paso hacia adelante en la defensa de una Internet libre y uno en contra de permitir canales de pago para accesos de alta velocidad. La decisión es considerada histórica y podría servir de antecedente para futuros debates en otros países.

“Hoy es un día para recordar”, señaló Tom Wheeler, presidente de la FCC, tras la conclusión de la votación de ese organismo federal independiente sobre una propuesta relacionada con la Internet.

La propuesta considera a Internet un servicio público y, por lo tanto, uno sujeto a una regulación más estricta que garantice la igualdad de acceso. Esta idea contó como era de esperar con el respaldo de los tres miembros demócratas y la oposición de los dos republicanos de la FCC.

Wheeler aseguró que, con esta decisión, se trata de defender “la apertura, libertad de expresión y la ausencia de controladores que digan lo que se puede hacer, dónde se puede ir y qué se puede pensar”.

“Internet es simplemente demasiado importante para permitir que los proveedores de banda ancha sean los únicos que establezcan las reglas”, afirmó el presidente del organismo regulador.

De este modo, la FCC recalca el deber de la administración de asegurar que las grandes compañías proveedoras de accesos de banda ancha, como Comcast o Verizon, no vuelvan lenta por razones comerciales la circulación de contenidos o creen “canales rápidos” de acceso a contenidos por los que cobrarían un precio adicional a proveedores de contenido deseosos de que sus materiales se distribuyan más rápido.

Gran discusión. El tema ha levantado un profundo debate en EE.UU., con críticas especialmente de asociaciones de usuarios de internet que han alertado del impacto que tendría dejar sin control a las grandes operadoras del servicio.

Por su parte, estas compañías habían argumentado, junto con los dos comisarios republicanos de la FCC, que este aumento en la regulación mitigaría la innovación que ha caracterizado a la web.

“Lo que no tiene sentido, y nunca lo ha tenido, es tomar el marco regulatorio desarrollado para la red de telefonía de 1930 y hacer que sus tataranietos, con tecnologías y opciones ni siquiera soñadas ochenta años atrás, vivan bajo ese mismo marco”, afirmó Jim Cicconi, vicepresidente de asuntos legales de la operadora AT&T, en un comunicado.

En la misma línea se expresaron algunos líderes republicanos en el Congreso, donde comparecerán los comisarios de la FCC el próximo mes para comentar la decisión, quienes criticaron el celo regulador por parte del Gobierno.

La nueva legislación, que está previsto que entre en vigor en 60 días y sustituya al anterior conjunto normativo de 2010, incluye también a las operadores de telefonía móvil, dado el creciente acceso a Internet desde los dispositivos como tabletas y teléfonos inteligentes, algo que no ocurría en la versión previa.La asociación de operadores y proveedores de internet ya ha prometido que no cejará en su batalla y llevará la decisión ante los tribunales.

En un movimiento poco habitual, la propia Casa Blanca tomó posición en ese debate. El presidente de EE.UU., Barack Obama, señaló a finales del año pasado que Internet debe entenderse y regularse como un “servicio público básico”, que es “esencial para la economía” de Estados Unidos y con una “significativa influencia democratizadora”.