Los Ángeles (EE.UU.)
El presidente de Nintendo América, Reggie Fils-Aime, aseguró este jueves que la consola Wii U está a las puertas de un cambio en la dinámica de sus ventas, hasta ahora decepcionantes, que se materializará en los próximos seis meses gracias a títulos como Mario Kart 8 y Super Smash Bros.
"Creo que estamos en un punto de inflexión", afirmó Fils-Aime durante la jornada de clausura de la feria E3 de Los Ángeles, el evento más importante del sector del videojuego, donde Nintendo desveló sus principales novedades para Navidad y parte de 2015. "Ha sido una buena feria para Nintendo. Las reacciones han sido positivas "
Fils-Aime se dedicó intensivamente durante los últimos tres días a tratar de cambiar la percepción negativa sobre la empresa, reforzada por los malos resultados económicos del gigante nipón. En el ejercicio fiscal 2013, cuyo informe se reveló a principios de mayo, Nintendo registró unas pérdidas netas por valor de $228 millones. En ese momento Fils-Aime admitió que el dispositivo Wii U tiene aún impacto negativo en esos resultados.
Pero, desde entonces hasta hoy, Fils-Aime considera que la consola, de la que se han vendido en 19 meses más de 6 millones de unidades en todo el mundo, ha comenzado a encarrilar sus ventas y ve en el debut de Mario Kart 8, la última entrega de uno de los buques insignia de Nintendo, la primera muestra del cambio.
Mario Kart 8 se estrenó el 30 mayo. En la semana previa y los tres días que siguieron a su lanzamiento el número de consolas Wii U vendidas en EE. UU. se multiplicó por cuatro.
Fils-Aime enumeró la ristra de juegos nuevos que engrosarán el catálogo de Nintendo en los próximos meses como una garantía de que el momento de Wii U está por llegar: Splatoon, Bayonetta 2, Hyrule Warriors, Yoshi's Wooly World y Super Smash Bros, el otro motor de la recuperación junto con Mario Kart 8.
"Tenemos los juegos y tenemos el ritmo", apuntó el directivo.
Fils-Aime admitió también que hasta la fecha el principal problema de Wii U es la ausencia de novedades continuadas que sean capaces de alimentar el interés sobre la consola.
Uno de los elementos que Nintendo se sacó de la manga en E3 fue Amiibo, una serie de figuras de juguete de históricos personajes de esta empresa, equipados con tecnología de proximidad (NFC) que sirven tanto como objeto para coleccionistas como de elemento que tiene un uso real en el juego.
Al estilo de Skylanders y Disney Infinitive, las piezas contienen un software que se descarga de forma inalámbrica en la consola y permite incorporar al personaje en la acción de los juegos compatibles con este sistema.
Super Smash Bros. será el primer título en permitir Amiibo, que llegará también a Mario Kart e incluso a la portátil 3DS a través de un periférico adicional.
Fils-Aime, sin embargo, no ve Amiibo como un elemento clave para el futuro de la consola. "Es parte de nuestro negocio de accesorios. No lo necesitas para jugar, pero incrementa la experiencia", manifestó.
El ejecutivo auguró una larga vida a Wii U, consola de la que dijo que se encontraba aún en edad escolar, y dibujó un panorama de igualdad entre Nintendo, Sony y Microsoft en el que Sony lleva ligera delantera.
"Las tres compañías han sido capaces de atraer a sus seguidores y lograr un impulso inicial para sus consolas, pero todavía ninguna ha sobresalido del resto", comentó.
Sony y Microsoft lanzaron sus respectivas PlayStation 4 y Xbox One en noviembre de 2013, un año después que Wii U, y ya computan más de 7 y 5 millones de unidades vendidas, respectivamente.
"Estamos aún empezando", reiteró Fils-Aime, que recordó que Nintendo aún tiene que publicar para Wii U algunas de sus franquicias más populares.