Los clientes de tres de los principales bancos que operan en Costa Rica –el privado BAC y los estatales Nacional (BNCR) y de Costa Rica (BCR)– podrán utilizar la firma digital para ingresar a las páginas web a corto plazo y realizar transacciones en forma más segura.
La firma digital es el equivalente a la cédula en Internet y genera los mismos compromisos que una firma personal en un papel. En el país existe legislación que regula su emisión y su uso para todo trámites, menos los personalísimos como el matrimonio.
En el caso del BCR, el sistema estaría en funcionamiento en un mes, según indicó a La Nación Carlos Porras, de la gerencia de Medios Electrónicos.
Por su parte, Sigifredo Fonseca, director corporativo de Tecnología, Información y Comunicaciones del BNCR, dijo que “próximamente” se ofrecerá un sistema que facilitará que más usuarios puedan usar la firma digital en su página web, algo posible pero con limitaciones desde el 2009.
Mientras tanto, el BAC señaló, mediante sus encargados de prensa, que están “trabajando en el desarrollo de estas aplicaciones (para aprobar transacciones en línea) que pronto habilitaremos”.
Un “hito”. Las declaraciones de estos bancos fueron calificadas por representantes del Banco Central (BCCR), responsable de emitir los certificados y uno de los principales impulsores del sistema, como un “hito” en el desarrollo de la firma digital en Costa Rica.
La firma digital se entrega a los interesados desde mediados del 2009, pero su popularización ha sido lenta, tanto porque son pocos los usuarios como porque son pocos los servicios en que se puede usar.
Sin embargo, explicó Carlos Megelatti, director de Servicios Financieros del BCCR, esto ha cambiado en los últimos meses.
Por ejemplo, el sistema de compras del Estado conocido como Merlink y el sitio del Banco Popular funcionan con la firma digital.
Además, mientras en el 2009 se entregaron 668 firmas digitales (conocidas formalmente como “certificados digitales”), en el 2010 se entregaron 6.214 y en lo que va del 2011 ya se han dado 5.422 más.
“Si salen estos bancos, que son los más grandes del país, con más servicios, sería fantástico porque entonces la firma digital llegará a miles de usuarios potenciales que también podrán usarla en otros trámites ya disponibles y eso la potenciará”, explicó Melegatti.
“El siguiente reto será que las entidades analicen cuáles trámites se pueden virtualizar completamente. Es decir, deben preguntarse cuáles son los trámites en que se necesita que venga el usuario solo para que ponga una firma o para verificar su identidad. Esos trámites ya se pueden hacer con la firma digital”, dijo Melegatti.
Para el funcionario del BCCR, identificar esos servicios y virtualizarlos será el próximo gran “hito” que deberá cumplir ahora la firma digital en el país.