La negativa de algunas municipalidades a permitir la instalación de torres para telefonía obligan a las operadoras a hacer verdaderos malabares para llevar la señal celular a esas poblaciones.
Uso de vallas publicitarias, antenas de mayor alcance y equipos móviles (conocidos como cows ) son parte de las alternativas empleadas por los nuevos operadores para desplegar sus redes.
El problema surge porque a la fecha hay 13 municipalidades que aún no cuentan con un reglamento para la instalación de torres de telefonía. En cuatro ni existe un documento y otras nueve apenas están en el proceso de consulta.
A esto se une otra dificultad y es que algunos ayuntamientos tienen reglamentos tan restrictivos que prácticamente impiden colocar las estructuras.
La viceministra de Energía del Minaet, María Guzmán, citó el caso de Montes de Oca, donde se exigen terrenos de 15 x 15 metros cuando la norma de referencia pide áreas de 9 x 9 metros.
“En un cantón como ese es casi imposible encontrar un terreno con esas características”, dijo.
Claro y Movistar han satisfecho esas necesidades con medidas alternas, pero con aumento en los costos y sin poder ofrecer el servicio con la calidad requerida.
Jorge Abadía, director país de Movistar, explicó que han tenido que sustituir las torres con antenas móviles o cows . Estos equipos se usan para atender emergencias, reforzar la cobertura en actividades especiales o en zonas donde no hay electricidad pues algunas tienen generador.
Lo normal es que se cuente con cuatro a seis cows por país. Sin embargo, en Costa Rica desde el inicio de operaciones a hoy se han instalado 100 de esos equipos.
“Nosotros estamos haciendo aquí cosas que ni a mí ni a ningún otro directivo de Telefónica nos hubieran permitido en ningún lado, por un tema de costos”, dijo.
Tales costos representan unos $100.000 mensuales que no se tenían contemplados al inicio.
También Claro. En un zapato similar está metida la empresa mexicana Claro.
Luis del Cid, máximo representante de esa firma aquí, manifestó que siguen con necesidad de infraestructura para mejorar la calidad de los servicios.
Por ahora, lo resuelven utilizando torres ubicadas en los distritos donde sí tienen autorización y con ayuda de dispositivos tecnológicos que no se acostumbra utilizar –antenas más potentes y torres más altas–, que son más caros.
Eso ha implicado aumentar el costo de los dispositivos, no necesariamente la inversión en el país, “que es lo que quisiera”, dijo.
“La infraestructura sigue siendo un problema, sin duda, pero tenemos fe en que el Gobierno está trabajando de la mano para resolverlo”, agregó Del Cid.
La viceministra Guzmán, del Minaet, explicó que colaboran con asesoramiento y ayuda a los ayuntamientos que tienen dudas o posiciones radicales en contra de las torres, pero se debe tener presente la autonomía municipal.