Los 13 años es la edad sugerida para tener el primer celular

Expertos dicen que el tipo de teléfono no es lo importante, sino su configuración

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Wendy Sue Swanson, pediatra de Seattle, Washington, sabe que un bebé de nueve meses puede realizar algunas acciones básicas de imitación. Se podrían esperar sonrisas, parpadeos y algunas otras expresiones faciales y gestos. Sin embargo, ¿saben qué está viendo mucho? “Pregunto a los padres si su hijo finge hablar por teléfono”, dijo Swanson. “Casi todos lo hacen”.

Bien, los bebés de nueve meses pueden ser un poco chicos, pero, si se es padre, en algún momento se tendrá que lidiar con la cuestión de darle un celular al hijo.

A diferencia de las películas para mayores de 17 años o el permiso para conducir, no hay reglas claras que dicten cuándo puede o debería un niño tener celular.

“Como cualquier problema en la crianza de los hijos, todos tienen una opinión”, señaló Swanson, quien escribe un blog sobre crianza y salud para el Hospital Infantil de Seattle.

Sin embargo, Swanson sugirió que se está desarrollando cierto consenso en cuanto a que el rango de edad entre 11 y 13 años es un momento aceptable para equipar a los hijos con un teléfono. Esto coincide con lo que están haciendo muchas familias: una encuesta de opinión del 2009 mostró que la mayoría de los niños que tienen teléfono celular lo recibieron para cuando cumplieron 13 años.

¿Qué tipo de teléfono se debería obtener, y qué se le puede hacer al aparato de su hijo para ayudarlo a administrar su uso?

Para empezar, parecería bastante ridículo equipar al hijo de 11 o 12 años con un teléfono inteligente con todas las de la ley. El terrible juicio de un niño es una receta para padecer dolores de cabeza, en el mejor de los casos.

Algo que se querrá considerar es darle a su hijo un teléfono prepagado, lo cual se puede hacer por medio de los grandes operadores o las compañías solo de prepago.

Dados los precios bajos, muchos auriculares de los prepagados tienen capacidades limitadas, y con un plan prepagado de voz y datos existe un límite integrado a cuánto puede su hijo usar el aparato.

¿Cuál teléfono? No importa qué tipo de aparato le compre a su hijo, debería familiarizarse también con los diversos controles parentales que ofrecen los operadores.

Cada uno de estos tiene una combinación diferente de características y servicio, pero, en términos generales, todos tratan de hacer unas cuantas cosas iguales: restringir el acceso a aplicaciones y sitios inapropiados, limitar el uso y ofrecer servicios de rastreo de la ubicación. Posiblemente le cobren un extra al mes por estos servicios.

Si su hijo tiene un teléfono inteligente, existen controles que también puede activar desde el aparato que le va a dar.

Por ejemplo, los padres de los jóvenes usuarios del iPhone deberían chequear el menú de restricciones en configuración , y así controlar el acceso a aplicaciones individuales, controlar las compras que se hagan en Internet y deshabilitar los servicios de ubicación para cualquiera de las aplicaciones.

Los aparatos con Android no tienen controles parentales integrados, pero eso se arregla fácil. Las aplicaciones gratuitas como los controles parentale s Android y las de compañías de seguridad en Internet, como Norton y Kaspersky, agregan filtros y herramientas para bloquear, a fin de que usted pueda limitar lo que su niño encuentre con su celular.

Bien, puede conseguir justo el aparato adecuado, configurarlo bien, y habilitar todos los servicios y controles correctos, pero usted sabe que eso no será suficiente, ¿cierto?

La verdad es que ninguna cantidad de configuraciones y preferencias puede reemplazar a la crianza y la práctica de buenos hábitos.

“No se retire una vez que todo esté listo”, aconsejó Swanson. Y no permita que su falta de interés en la tecnología o lo que sepa de ella genere un espacio abierto para que lo explore su hijo.

“Usted necesita entender la tecnología tanto como su hijo, si no es que más”, aconsejó Swanson.

Algo que hay que considerar es una hora límite para usar el teléfono celular o el inteligente.

“Sabemos que ver una pantalla antes de acostarse inhibe un patrón saludable de sueño. Y que dormir bien por la noche está directamente relacionado con los periodos de atención”, añadió.

Conserve el cargador en la cocina y no en el cuarto de su hijo.

“Si cree que no debería haber una televisión en la habitación de un niño o de una niña, y muchos padres están de acuerdo con eso, entonces, tampoco debería haber un celular”, dijo Swanson.

Si usted piensa en cuán adictos se vuelven los adultos cuando se trata de los teléfonos, considere qué tanto más poderoso puede ser ese impulso en un niño o en un adolescente.

Estudios neurológicos han mostrado que el cerebro de la mayoría de los niños y los adolescentes no se ha desarrollado lo suficiente como para ejercer siempre el autocontrol.