Laboratorio diseña herramientas para hacer robótica accesible a ticos

Con sus iniciativas, Inventoría LEAD acerca la fabricación digital a los ciudadanos

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Dos pequeñas cajas con piezas y herramientas diseñadas en el laboratorio de fabricación Inventoría de la Universidad LEAD, en Plaza Rohrmoser se han propuesto convertir la robótica en un tema cotidiano.

Aunque son numerosos los proyectos que toman forma y cobran vida en este espacio, el RobotKit: Kit de robótica para todos y el Kit Ciencia y Arte: Circuit Playground son los que tienen el propósito de educar y convertir la tecnología en algo cercano para los costarricenses.

El primero de ellos es "un robot simple, que permite explorar muchos aspectos de robótica como actos reflejos, planificación, trabajo colectivo e inteligencia artificial", asegura el sitio Robotkit.cc.

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Mientras que el segundo, ayuda a "construir instrumentos de medición en experimentos científicos, proyectos de computación tangible e interactividad, y expresión artística", explica el sitio de la iniciativa: kitcienciayarte.cc.

En el laboratorio de fabricación, se confeccionaron las piezas y "los contenidos para armar el robot, para diseñarlo, hasta los archivos mismos del chasis que lo conforma", aseguró Tomás de Camino, cofundador de la Inventoría.

Así, la persona puede tratar de armar el robot por sus propios medios, o bien, crear uno nuevo a partir de la información que encuentra en el sitio.

"En un aula de clase o laboratorio te emocionás con un robot y luego te vas a casa con las manos vacías. La idea es que la gente se lleve la tecnología al hogar, porque está demostrado que cuando eso pasa, realmente se genera una cultura tecnológica", aseguró convencido de Camino.

El kit destaca porque tiene un aspecto atractivo tanto para niños como niñas y además, su estética no es perfecta, pues según de Camino, "hay estudios sobre robótica que aseguran que los humanos le tenemos miedo a los robots perfectos", esto reduce la resistencia al tema.

Los kits se venden en una página llamada CR Cibernética, por menos de $60 (cerca de ¢35.000), precio que estaría dispuesto a pagar un latinoamericano por tecnología de este tipo, según un sondeo realizado por el investigador de Camino.

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Material para experimentar

Con el kit de Ciencia y Arte, los experimentos que se pueden hacer también son variados, por ejemplo, conseguir que un par de zapatos hagan ruido cada vez que la persona camina, aplicando el uso sensores como acelerómetros para medir el movimiento.

También es posible medir la humedad del suelo y la temperatura, utilizando electrodos que cambian su resistencia con la cantidad de agua presente e incluso, entender cómo funciona la inteligencia artificial haciendo que una máquina aprenda a reconocer diferentes sonidos.

Carolina Taborda, coordinadora de las operaciones del laboratorio Inventoría.LEAD destacó que este espacio "es un programa de la Fundación Costa Rica para la Innovación, y como programa lo que busca es generar una estrategia de cambio a nivel global, empezando por el país e impactando a la región".

En este tipo de laboratorios se suelen utilizar herramientas de fabricación digital como la impresión láser y 3D, además de microcontroladores.

El joven Esteban Valverde es uno de los costarricenses que ha experimentado los beneficios de trabajar en un Fab Lab. Este muchacho obtuvo un contrato para elaborar 800 libretas para un congreso mesoamericano de conservación.

"Acá me dieron la oportunidad de trabajar con la máquina láser y ha sido muy provechoso", explicó.

En la Inventoría, el muchacho cortó las piezas de madera que conformarán las libretas y, además, usó impresión láser o grabado para colocar el nombre del congreso. Debido a que la tarea le tomó poco más de un mes, el muchacho aprovechó las herramientas y los estímulos que hay en este laboratorio para hacer un proyecto de electrónica, en sus ratos libres, mientras máquina hacía los cortes.

"Estoy fabricando un carro a control remoto, que se conecte por medio de bluetooth o forma inalámbrica al teléfono celular y así pueda ser manipulado", dijo.

Valverde resaltó la dinámica del lugar, donde si no entiende algo le explican y le prestan máquinas para trabajar.

"En estos lugares se aprende demasiado, uno puede crear infinidad de cosas", afirmó satisfecho.

Las puertas del Fab Lab están abiertas para quienes tengan ideas y quieran trabajar en ellas. Aunque hay oportunidad de usar las máquinas, utilizar algunas de ellas si requiere un pago, debido a los materiales.