La tecnología roba tiempo valioso al sueño diario

Con la electricidad, el ser humano se fue a dormir más tarde, pero menos horas cada vez

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Lima, Perú. El Comercio/GDA El sueño es necesario para que el ser humano recupere las energías utilizadas durante el día. Hoy se sabe y se dice que las personas adultas deben dormir al menos 7 u 8 horas por día, mientras los recién nacidos necesitan entre 16 y 18 horas de sueño.

Pero, ¿eso fue siempre fue así? Según Roger Ekirch, investigador de Virginia Tech, prestigiosa academia estadounidense, esa es una costumbre adoptada tras la invención del foco incandescente en el siglo XIX.

Antes de la popularización del uso de la luz eléctrica, la gente dormía mucho y practicaba el sueño segmentado: descansaba varias horas al inicio de la noche; luego se despertaba a mitad de la noche para comer, beber, caminar, conversar, orar, etcétera, y después, reanudaba el sueño hasta la mañana siguiente. “Con la llegada de la electricidad, nos fuimos a dormir más tarde, pero menos horas cada vez”, asegura el experto en un reportaje publicado en la revista Newsweek .

Y quizá tenga razón. Estudios recientes demuestran la influencia negativa de la tecnología en los hábitos de sueño.

Científicos del Hospital Brigham –en Boston, Massachusetts– publicaron un estudio que señala que el uso de libros electrónicos con iluminación propia o dispositivos móviles con otras fuentes de luz de ese tipo, puede cambiar los ritmos circadianos y afectar negativamente el sueño. Esto puede ocasionar obesidad, trastornos metabólicos y diabetes.

Por su parte, un estudio de la Universidad de Chicago señala que, en la actualidad, dormimos entre una y dos horas menos que a mediados del siglo pasado.

El Centro Pew halló que el 83% de los adolescentes en Estados Unidos duerme con el teléfono en la cama. ¿Le suena una imagen familiar?

Si esta es también su práctica, los investigadores le sugieren tomar conciencia de las consecuencias que esto puede generarle.