César Meléndez: ‘Lo que yo vengo a hacer no es chiste”

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¿Qué buscaba transmitir con sus personajes?

A pesar de que son personajes que representan a minorías lastimadas socialmente, cada uno de ellos ha estado intentando transmitir un contenido, desde la visión humana.

Esta es una audiencia muy diferente a estos personajes. Es gente que puede disponer de un jueves y pagar $150 para este evento. ¿Es una crítica?, ¿cuál es su intención?

Ser incluyente. No estoy seguro de cuántos campesinos pueden estar aquí. Hay personas que están trabajando para que los campesinos puedan tener aspectos técnicos y culturales.

“Pero por lo menos, por mi parte campesina, voy a sentirme incluido por la bondad de que me invitaron y, al mismo tiempo, personas que puedan estar ubicadas dentro de ese canon, aunque es teatro, que haya una presencia”.

Sus personajes inspiran risa. ¿Cuál es el límite entre la risa y la burla?

Bueno, yo no pretendo que provoquen risa. La gente tiende a reírse solo por sus propias razones y contexto, porque lo que yo vengo a hacer no es chiste. Hay un personaje que es un campesino que tiene una tarea: viene a barrer y de camino, mientras está barriendo, dice algo grueso. Le está diciendo al público: “Qué bendición si en este país los campesinos tuviéramos acceso a la tecnología, si tuviéramos acceso a educación”. ¿Me explico? Si eso genera comicidad...

Entonces, ¿no es el actor, sino que es la audiencia?

No sé si culpa de la audiencia, pero cada quien busca sus propios contenidos para manifestarse. Puede que haya una relación directa entre el actor que está detrás y que la gente piense : “Ah bueno, viene a divertirnos”. Cuando aparece un personaje, que es un personaje nica, que es guachimán, y él quiere aprovechar esa oportunidad para poder enviar saludos a su familia...

Te puedo dar el nombre efectivo de cada persona que saludé, son nombres reales y convincentes y yo aproveché (César Meléndez aprovechó) para saludar a gente que es de Nicaragua. Para mí era una cosa muy seria. Tuve la oportunidad de comunicarme con mi personaje y me parece especial, porque soy nica.

Así como cada quien llora en su vida por algo; la gente ríe en función de su contexto y su realidad. Cuando hago (la obra) El nica , hay comunidades en donde desde que entro, la gente ríe. Hay otras donde la gente se emociona y puedo decir que, de dos horas y media, pasa compungida una.

¿Y cómo le hace sentir que esta audiencia se ría?

A mí no me corresponde generar ese análisis, le toca a un sociólogo o un antropólogo. Es una población, bueno, con algunos accesos diferentes a otras poblaciones. Mi responsabilidad no es trabajar para que me aplaudan o que la gente se ría. Yo no lo hago para que la gente ría o me aplauda o me llore. Es una hermosa experiencia de comunicar emociones, ideas, sensaciones. Para mí es una bendición que me hayan invitado.