Fusión entre empresas puede acelerar la expansión de las impresoras 3D

Stratasys, líder de mercado indiscutido en el sector de la impresión 3D para fines industriales, compró MakerBot, fabricante de impresoras 3D domésticas

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Es cierto que la impresión en 3D ya existe desde hace algún tiempo, pero esta revolución en un principio ha quedado limitada a la industria principalmente.

La empresa pionera MakerBot se había fijado un objetivo ambicioso: democratizar la impresión 3D, para lo cual, desde que se fundó en 2009, ha comercializado aparatos más sencillos que, a diferencia de las carísimas máquinas industriales, sólo cuestan unos miles de dólares y que se pueden poner en el escritorio de casa.

Con poco más de 22.000 aparatos, la cantidad de impresoras que MakerBot ha vendido hasta la fecha puede parecer modesta. Sin embargo, últimamente las ventas han crecido rápidamente. Y quizás por eso Stratasys, líder de mercado indiscutido en el sector de la impresión 3D para fines industriales, decidió comprarla hace poco por $403 millones.

Las impresoras de Stratasys pueden trabajar con diferentes tipos de termoplástico que no sólo son robustos, sino que también tienen la misma calidad que los productos posteriormente fabricados en serie. Además, detalles peculiares como la unión entre materiales compactos y flexibles deja de ser un problema. Y la precisión cumple con los rigurosos estándares industriales.

MakerBot, sin embargo, juega en otra división.

Actualmente, los fabricantes de las impresoras también están comercializando la materia prima correspondiente y, en este aspecto, la diferencia de precios entre los dos actores es extrema: MakerBot vende el plástico para sus aparatos por $48 dólares el kilo, mientras que Stratasys pide cinco veces más.

Ahora, por la fusión, Stratasys está en condiciones de utilizar la marca MakerBot para llevar paulatinamente sus innovaciones tecnológicas a precios atractivos al mercado de masas.

El acuerdo va a "acelerar el crecimiento y la expansión mundial de la impresión 3D", aseguró en una entrevista el director ejecutivo de MakerBot, Bre Pettis.

Y en el mercado de masas para la impresión 3D podrían surgir nuevos competidores, por ejemplo la empresa Shapeways, que tiene un concepto diferente del de MakerBot: los consumidores pueden mandar imprimir sus diseños sin tener que comprar un aparato.

Quizás así, pronto, imprimir en casa repuestos de aparatos domésticos o muebles en vez de tener que buscar esas piezas en tiendas o en Internet dejaría de ser ciencia ficción para ser parte de la vida cotidiana.