Monitorear los signos vitales, la actividad física y el entrenamiento de atletas son apenas algunas de las funcionalidades que prometen los dispositivos vestibles o wearables que se exhiben este año en el Centro de Convenciones de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos.
En ese recinto se realiza la feria de tecnología CES 2017 y cerca de 85 expositores en esta categoría ponen sobre la mesa sus propuestas, que van desde bandas inteligentes, relojes, ropa y algunas otros accesorios. Sin embargo, Intel, Samsung y Casio son algunos de los fabricantes que han apostado por relojes inteligentes.
Intel
Intel, por ejemplo, ofrece en esta cita anual una alternativa para corredores llamada RunIQ, que fue diseñada para New Balance. El aparato cuesta cerca de ¢170.000 y estará a la venta en el mundo a partir de febrero de este año.
Los corredores que adquieran este aparato podrán monitorear el ritmo cardiaco en tiempo real; rutas y distancia con ayuda del GPS; compartir sus entrenamientos con otros corredores sin requerir la ayuda del teléfono inteligente para ello.
Asimismo, tiene opciones como la sincronización de listas de Google Play Music y la posibilidad de recibir alertas en el smartphone cuando el usuario se conecta a la red inalámbrica.
En sus especificaciones figuran: GPS, monitoreo óptico del pulso (OHRM), acelerómetro y un giroscopio. Además de una pantalla AMOLED de 1,39", 512 MB de DRAM y 4 GB de memoria.
"Hecho por corredores y para corredores, el reloj inteligente está diseñado con una amplia gama de recursos que ayudan a los atletas a elevar su rendimiento, monitorear su desempeño y escuchar sin el uso de cables", aseguró Intel.
Samsung
La compañía surcoreana, por su parte, impulsa durante esta feria el Gear S3, cuyo lanzamiento oficial se realizó en Corea, a finales de 2016. Aunque también aprovecha para consentir a los fanáticos del fitness, con la alianza entre Samsung y la compañía Under Armour, empresa encargada de ofrecer calzado y ropa para atletas de alto rendimiento.
¿En qué consiste este acercamiento? Los dueños de dispositivos Gear Fit2, Gear S2 y Gear S3 tendrán acceso a cuatro aplicaciones, desarrolladas para la plataforma digital de Under Armour, la cual cuenta con 190 millones de usuarios.
"Esta nueva colaboración brindará oportunidades adicionales para integrar aún más la nutrición personal y las tecnologías de seguimiento de actividades, permitiendo que todos los atletas cumplan sus metas y realicen lo mejor", comentó el director digital de Under Armour, Mike Lee.
Las aplicaciones que podrán usarse en los dispositivos fitness de Samsung serán Endomondo (planes de entrenamiento personalizado, posibilidad de compartir los entrenamientos y retos), MyFitnessPal (registro de consumo de calorías, ingesta de agua), MapMyRun (registro de carreras y caminatas, retos) y UA Records (monitoreo de descanso y entrenamiento, con seguimiento de GPS sin restricciones).
Mónica Caicedo, directora de relaciones públicas para Samsung Electronics Latinoamérica, aseguró a La Nación que, en Centroamérica, específicamente en Costa Rica, la marca planea ingresar fuertemente con dispositivos como Gear S3, y otros accesorios como los audífonos, que permiten sincronizar listas de música y llevarlas a todas partes.
Casio
El CES 2017 también muestra opciones de smartwatches para quienes gustan de las experiencias extremas, una de ellas es el modelo de Casio WSD-F20, que integra GPS y utiliza Android Wear, sistema operativo para tecnología que se puede vestir.
La geolocalización es el fuerte del dispositivo, pues el usuario podrá tener acceso a un mapa a color de su posición actual, el mapa podrá ser consultado offline, es decir, sin necesidad de estar conectado a la web.
El aparato viene equipado con una pantalla dual LCD, tanto a color como monocromática y puede ser vista sin problemas cuando el sol le da de frente.
El dueño de aparato no deberá preocuparse pues resiste al agua, ya sea sudor, lluvia e incluso la humedad a la que podría enfrentarse quien pesca o hace kayak.
Casio comenzará a vender el reloj a partir del mes de abril y su precio en Estados Unidos será de unos $500, poco más de ¢280.000.