Fabricantes de automóviles Honda se deshacen de botones en tableros

Conducción de carros más llenos de comandos abre puerta a accidentes

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New York Times News Service. Los ingenieros que trabajaban en el nuevo vehículo deportivo de lujo Acura MDX de Honda estaban obsesionados con dar más al cliente: más espacio en el asiento trasero, más economía de combustible con un motor de alta tecnología y, sobre todo, más aplicaciones, mapas y conectividad en todo sentido.

Sin embargo había un elemento del que querían menos: botones.

En un esfuerzo por simplificar al más reciente vehículo de Honda, a la venta desde junio, el equipo del producto estaba decidido a modernizar el panel de instrumentos. Para el nuevo modelo MDX, han sido eliminados más de 30 botones.

El cambio fue emblemático del desafío que enfrentan los fabricantes de autos en la era del autoconectado. ¿Cómo una compañía automovilística da a los clientes la tecnología que anhelan sin abrumarlos con controles complicados que puedan afectar su capacidad para conducir de manera segura?

“Estamos tratando de dar a nuestros clientes lo que quieren, de manera que sea seguro y tenga sentido”, comentó Steven Feit, destacado ingeniero de Honda. “Ese es el equilibrio que estamos tratando de alcanzar”, agregó.

La evolución del automóvil ha tenido muchos hitos, desde el advenimiento de elementos, ahora comunes, como el aire acondicionado y los cinturones de seguridad, hasta el desarrollo de modelos híbridos, que cambian sin problemas entre gasolina y energía eléctrica.

Vehículo conectado. Ahora el auto se ha vuelto una computadora móvil llena de nuevas opciones de entretenimiento, acceso a Internet y una serie de aplicaciones que ayudan a los conductores a evitar los embotellamientos de tráfico, encontrar sitios de estacionamiento y localizar la cafetería más cercana.

Los reguladores están esforzándose por mantener el ritmo. La Agencia Nacional de Seguridad del Tráfico en Autopistas, que supervisa la seguridad de los autos en EE. UU., emitió, recientemente, lineamientos voluntarios para que los fabricantes limiten las distracciones visuales y mentales que puede crear la nueva tecnología.

La industria está agudamente consciente del problema.

“Comprendemos lo que está en juego”, afirmó Gloria Bergquist, vicepresidenta de asuntos públicos de la Alianza de Fabricantes de Automóviles, una organización comercial de Washington.

“No podemos poner un alto a lo que los consumidores quieren en sus autos, así que tenemos que hacer que el uso de la tecnología sea menos riesgoso”, dijo Bergquist.

La tecnología de vanguardia anteriormente se limitada a los fabricantes de autos de lujo como BMW y Mercedes-Benz. Ahora, la conectividad básica – como enlazar un teléfono celular con el sistema de sonido de un vehículo – puede encontrarse en algunos de los modelos convencionales menos costosos.

Y los fabricantes de autos han aprendido algunas lecciones difíciles sobre lanzar nueva tecnología no probada. Ford Motor, por ejemplo, tuvo que revisar repetidamente su popular sistema Sync para mitigar las distracciones y facilitar su uso a los clientes. En la renovación más reciente de Sync, Ford introducirá botones, dando marcha atrás al enfoque en las pantallas táctiles y subrayando el desafío que enfrentan los fabricantes de autos para encontrar el equilibrio correcto para el conductor.

Cada nueva versión de un auto presenta una oportunidad de corregir errores anteriores. El nuevo MDX representa lo que Honda dice es un esfuerzo por crear “sinergia entre el hombre y la máquina”.

“Los clientes quieren hacer otras cosas mientras están conduciendo”, dijo Steven Feit. “Y están acostumbrados a la electrónica de consumo, como teléfonos y tabletas computacionales, que siguen el ritmo de lo que quieren”.

Nuevas destrezas. El nuevo MDX tiene tecnología celular incorporada, que ofrece una amplia variedad de entretenimiento y funciones de Internet, y también conecta a los conductores directamente con un conserje de Acura, que puede ubicar un restaurante cercano y hacer reservaciones para cenar.

Una función de reconocimiento de voz permite a conductores elegir un destino para el sistema de navegación, o un número telefónico, al cual, llamar sin quitar los ojos del camino y las manos del volante.

Eliminar botones físicos de la consola del auto fue crucial para mejorar la seguridad. Demasiados botones creaban muchas decisiones que un conductor debía tomar, mientras el vehículo iba en movimiento. El nuevo modelo limita los botones a las funciones básicas, como controlar la temperatura.

Otras funciones están disponibles en una pantalla táctil. La intención es permitir que los conductores personalicen su auto seleccionando opciones de entretenimiento en la pantalla, mientras el vehículo está estacionado, y luego tengan acceso a ellas presionando un solo botón mientras conducen.

Una segunda pantalla está dedicada a la navegación. El sistema puede ser controlado por comandos de voz, o los destinos pueden seleccionarse manualmente.

Pero como muchos otros fabricantes de autos, Honda evita que los conductores cambien el destino a mano mientras el auto está en movimiento. El MDX debe estar totalmente detenido o estacionado antes de pueda hacerse eso.

Conforme la variedad de opciones de datos y entretenimiento crecen en el auto, los fabricantes incrementan los elementos de seguridad que ayudan al conductor a evitar accidentes. Como hay más distracciones incorporadas en el vehículo, el auto tiene que auxiliar más en el acto de conducir.

El MDX, por ejemplo, tiene sensores que advierten a los conductores de potenciales colisiones, les alertan cuando se apartan de su carril en el camino y aplican los frenos para reducir la velocidad cuando un accidente parece inminente. Un paquete de opciones avanzadas incluye control de crucero adaptativo, que puede detener automáticamente el vehículo si el que está enfrente repentinamente frena totalmente.

¿Dónde termina esto? Los fabricantes de autos y las compañías de tecnología como Google están trabajando en el perfeccionamiento del auto de auto-conducción, en el cual sistemas computacionales controlan la operación real del vehículo.

A los reguladores les preocupa que la conducción automatizada pudiera crear tantos problemas como los que solucione. Advertir a los conductores cuando se aparten de un carril o se acerquen demasiado a otro vehículo ayuda a evitar accidentes. Pero permitir que una computadora conduzca el auto es una línea que la industria vacila en cruzar.

“Los consumidores siguen dudando sobre la conducción totalmente automatizada”, dijo Bergquist. “Creemos que aun quieren estar en el asiento del conductor”.

Pero estar en el asiento del conductor está cambiando con cada modelo nuevo. Los consumidores esperan cada vez más estar tan conectados en su vehículo como lo están en un teléfono celular mientras caminan por la calle.

En una reciente conferencia telemática en un suburbio de Detroit, docenas de empresas proveedoras mostraron los más recientes dispositivos para autos. Ya fueran nuevos sistemas inalámbricos o funciones de mapeo o aplicaciones que encuentran estacionamiento, las compañías se estaban apresurando a incorporar nuevos servicios y funciones a los autos.

Una de las compañías, llamada Here, está perfeccionando mapas que constantemente son actualizados con información de tráfico y opciones de navegación.

“Lo que estamos viendo es el desarrollo de un auto que es consciente y comprende el camino y el ambiente que le rodea”, dijo Dean VonBank, vicepresidente de Here.

Los fabricantes de autos están analizando las opciones que las firmas de tecnología están ansiosas por instalar en sus vehículos.

No obstante, más datos para los conductores pudiera elevar el nivel de distracción. Y ese es un trueque del que los fabricantes de autos están cada vez más conscientes.

“¿Qué quiere realmente el cliente?”, dijo Jim Keller, un ingeniero de Honda que estudia la conducción distraída. “Quieren hacer más en su auto con menos esfuerzo y complejidad”.

Y siendo el Acura MDX una máquina compleja, uno de sus principales argumentos de venta es bastante básico. El conductor puede estar más conectado que nunca, pero con menos botones que oprimir.