Follow @pfonsecaq Si usted piensa que es uno más en el escaparate, está equivocado.
El Galaxy S III, que desde ayer ofrecen los tres operadores ticos, es un teléfono casi simbólico: el mejor de los ejemplares en ese perfeccionamiento y crecimiento en el mercado de celulares que vive Samsung desde hace unos 18 meses, y el mejor exponente de cómo el Android de Google es una plataforma madura que tiene poco que envidiarle al iOS de Apple.
Supongamos, en todo caso, que a usted no lo sorprende su pantalla con tecnología Super AMOLED –la mejor que puede lucir actualmente un móvil– o que ya se ha familiarizado con el también nuevo Android 4.0 y sabe que con él puede tener en la pantalla de inicio, siempre actualizado, su correo, sus redes sociales, su agenda y sus álbumes de fotos, sin necesidad de abrir una sola app. Aún bajo estas condiciones, ¿hay algo realmente nuevo que le puedan ofrecer? Sí, sí que lo hay.
La diferencia. El Smart Stay es parte de esas novedades. Activado, el sistema se asegura de que la pantalla no se apagará mientras usted esté mirando. Es útil porque esta capacidad puede analizarse a la inversa: usted puede configurar el teléfono para que apague la pantalla a los 15 segundos, de no estarla viendo, y así ahorrar batería.
Y es que, debido a su pantalla, muy grande y de gran calidad, lo más gastón de todo el dispositivo es la batería. Bajo un uso normal, puede durarle un día, pero no se extrañe si debe recargarlo a media tarde si consume muchos datos.
Propio de este modelo es también saber cuándo se quiere llamar a alguien. Por ejemplo, usted recibe un SMS de un amigo y decide llamarlo. En un teléfono convencional deberá digitar un par de teclas, pero en el Galaxy S III solo levanta el teléfono y se lo pone en la oreja. Listo, la llamada se ejecutará.
Por su parte, el Social Tag les encantará a los amantes de las fotos y de las redes sociales. Se trata de decirle al teléfono quién está en la imagen una única vez (reconoce y recuerda rostros), y el teléfono se encargará de seguir identificando a esa persona en futuras imágenes.
Además de darle un nombre, el Galaxy S III relaciona ese nombre con un teléfono, un correo y una red social y, así, compartir la imagen es mucho más sencillo y rápido.
Con lo que parece no lograrlo, es con el sistema de mando mediante la voz, el S Voice, inspirado en la asistente del iPhone, Siri.
En pruebas realizadas con el dispositivo y en español, La Nación comprobó que en cerca del 60% de las veces dice no entender o confunde órdenes. Aun cuando las entiende, como cuando se le pide el estado del tiempo, muestra un resultado que no corresponde al contexto costarricense (para ser claros, mostró tres veces en dos días distintos el pronóstico para Yekaterinburg, una ciudad rusa).
Cambio de lo clásico. Entre las funciones “tradicionales” de un smartphone, el Galaxy S III también innova. Por ejemplo, su cámara realiza hasta ocho tomas seguidas, preselecciona tres y se las ofrece para que usted finalmente elija la mejor fotografía.
Además, podrá ver los videos en la pantalla mientras utiliza otras apps o escribe un correo; por ejemplo, algo que no es posible en otros modelos de alta gama.
Con su dispositivo NFC permite compartir al instante música y videos con solo que dos Galaxy S III se toquen por la parte trasera.
¿Que cuánto cuesta? Depende de cuál de los 15 planes en los tres operadores escoja. El cuadro que acompaña esta nota es una guía. También podrá comparar algunas de sus características con las de otros de los celulares de alta gama a la venta hoy en el país.