El primer roce entre los nuevos operadores celulares Claro y Telefónica ocurrió sin que aún tengan un solo cliente en sus filas.
La mexicana Claro apeló ante la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) el acuerdo de interconexión de redes de telefonía suscrito entre el ICE y Telefónica.
Mediante los contratos de interconexión, las firmas acuerdan las condiciones técnicas y financieras para el tráfico de llamadas y datos por sus redes. Estos convenios son vitales para la comunicación entre los usuarios de distintas firmas.
Claro solicitó a la Sutel que ordene a las partes eliminar varias cláusulas del convenio, pues en su criterio constituyen prácticas monopolísticas absolutas de concertación de precios, lo cual es ilegal.
Es decir, considera que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la española Telefónica se pusieron de acuerdo sobre los precios a cobrar al usuario final.
El reclamo de Claro, presentado ante la Sutel durante el último día habilitado para ello, asegura que el contrato entre esos dos operadores es “violatorio del régimen de competencia”. Además, incluye temas comerciales ajenos al objeto del acceso y la interconexión, en que debería centrarse el acuerdo.
Al respecto, Telefónica replicó que el acuerdo se negoció dentro del marco legal correspondiente, del que es totalmente respetuosa. Agregó que los términos establecidos son iguales a los ya firmados por otras empresas y que no han sido objetados.
“La compañía confía en que este acuerdo sea totalmente beneficioso para ambas partes y, sobre todo, para los clientes que utilicen los servicios”, dijo Jorge Abadía, director de Telefónica Costa Rica.