Chang probará su motor de plasma en laboratorios de NASA

Usará centros de flotabilidad y cámaras de NASA para experimentar

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El motor de plasma en que trabaja el físico y astronauta costarricense Franklin Chang desde hace varios años en su empresa Ad Astra Rocket, en Liberia, Costa Rica, y en Houston, EE. UU., será sometido próximamente a una serie de pruebas en los laboratorios de la agencia espacial NASA.

Esto será posible gracias a un nuevo acuerdo entre Ad Astra y la NASA que se negoció durante los últimos meses y que fue firmado el pasado 3 de marzo por representantes de ambas organizaciones, dijo ayer Chang a La Nación.

Esta alianza es la cuarta entre ambas partes y se engloba en un “acuerdo sombrilla” vigente desde el 2007. El objetivo final del convenio es llevar el motor de plasma a la Estación Espacial Internacional (ISS) –que orbita a más de 300 kilómetros de la superficie terrestre– y ponerlo a funcionar ahí.

Compromisos. Según puntualizó el propio Chang, entre los nuevos compromisos del acuerdo destaca que la NASA proveerá personal calificado del Centro Espacial Johnson para diseñar, junto con profesionales de Ad Astra, la plataforma espacial donde será colocado el motor (VASIMR) en el complejo espacial (ISS). Este centro espacial de la NASA se ubica en Houston, a escasos kilómetros de donde están también los laboratorios principales de Ad Astra.

“Además, el personal de la NASA diseñará el sistema que enfriará el motor –que genera bastante calor–”, dijo Chang, recordando que el plasma es un material muy caliente.

“El sistema de enfriamiento es algo que la NASA ya ha estado desarrollando, así que usaremos su conocimiento para que nos diseñe el sistema de ‘radiadores’ que necesitamos nosotros, pero la tecnología seguirá siendo propiedad de la NASA”, aclaró Chang.

Otra de las responsabilidades de la NASA en el convenio será diseñar el sistema de inyección de combustible, que en el caso del motor de plasma de Chang es gas argón, y debe ser suministrado con mucha precisión. “Ese sistema de inyección ya existe y lo íbamos a ir a comprar, pero ahora la NASA nos lo va a diseñar”, explicó.

Ad Astra también tendrá el derecho de usar las llamadas cámaras anecoicas del Centro Espacial Johnson, las cuales están diseñadas para absorber las llamadas ondas de radiofrecuencia.

Recordemos que el motor de plasma funciona en un medio electromagnético y es muy sensible a interferencias, razón por la que las pruebas en estas cámaras son vitales. “Nosotros no tenemos esas cámaras porque son caras y difíciles de mantener, así que esta es una gran contribución de la NASA para nosotros”, comentó el astronauta.

Ad Astra también utilizará los laboratorios de flotabilidad neutral, una especie de piscinas donde se simulan las condiciones del espacio y en las cuales se podrá ensayar cómo los astronautas tendrían que hacer las conexiones entre el motor de Chang y la plataforma de la ISS en la cual se colocará.

La NASA también prestará a Ad Astra baterías especiales para el motor, una tecnología que la empresa de Chang no posee en este momento, pero adquiriría más adelante.

“El impacto de este acuerdo es grande, aunque no está cuantificado en este momento. El costo de utilizar las cámaras anecoicas y las piscinas de flotabilidad neutral es de cientos de miles de dólares por semana”, dijo Franklin Chang.

¿Y a cambio qué recibe la NASA? El científico explicó que la NASA tiene gran interés en conocer las trayectorias que se podrían obtener con motores de plasma de alta potencia, lo cual significa que quiere saber cómo se comportaría el motor en misiones de cambios de plano orbital (algo prácticamente imposible de saber con los cohetes químicos actuales).

Además, la agencia evaluará el desempeño del motor para considerar, eventualmente, su uso en misiones que lleven a Júpiter y los límites del sistema solar.

La NASA también tiene especial interés en conocer la tecnología de los magnetos que usa el motor, con miras a su utilización como parte de un escudo contra radiaciones en naves espaciales, concluyó Chang. Colaboró Debbie Ponchner.