Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad Estatal de Carolina del Norte desarrollaron unas botas tipo exoesqueleto que reducen el costo metabólico de caminar en aproximadamente un 7%.
Esto es más o menos el equivalente a lo que gasta el organismo en cargar una mochila de 7 kilos.
La tecnología, que aparece destacada esta semana en la revista Nature, no busca dotar de fuerza sobrehumana al usuario, sino que mejorar la eficiencia de su desplazamiento.
Es como una especie de arnés de fibra de carbono adosado a la pantorrilla.