Avión solar ‘calienta’ alas para viaje intercontinental

Ayer voló de Suiza hacia Madrid y culminará su ruta en Rabat, Marruecos

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PAYERNE, Suiza. AFP y EFE El avión experimental solar suizo Solar Impulse inició ayer su vuelo sin una gota de combustible de Suiza hacia Madrid, donde hará escala unos tres días antes de cruzar el Mediterráneo hacia Marruecos, en su primer vuelo intercontinental de 20 horas y 2.000 km de distancia.

A la nave la propulsan cuatro motores eléctricos de 10 caballos de fuerza cada uno, alimentados por 12.000 células fotoeléctricas que cubren sus alas. La energía se acumula en baterías, por lo cual el avión también puede volar de noche.

Itinerario. El aparato, que despegó ayer por la mañana del aeródromo de Payerne, oeste de Suiza, debía cruzar los Pirineos y arribar a Madrid, reveló la empresa en su web.

En esta primera parte de la prueba, el avión solar es pilotado por André Borschberg, uno de los fundadores del proyecto.

La escala en Madrid se hace, ya que el avión no tiene suficiente espacio para realizar un trayecto más largo. En Madrid el avión permanecerá por lo menos hasta el lunes, donde será sometido a una revisión técnica y cambiará de piloto ya que el otro fundador del proyecto, Bertrand Piccard, efectuará el vuelo hasta Rabat, capital del Reino de Marruecos.

“Creemos que es posible una vuelta al mundo, lo que será una demostración de lo fiable que es la energía solar”, dijo Borschberg, expiloto militar.

La primera parte del vuelo se realizó a 3.000 metros de altitud, lo que permitió no usar el oxígeno que lleva el aparato, el cual es limitado por razones de peso. Posteriormente, la nave empezó a subir hasta los 9.000 metros. Durante ese tiempo mantuvo el diálogo con el centro de control en Payerne.

El vuelo Suiza-Madrid-Marruecos es el último ensayo antes de una vuelta al mundo en el 2014, explicaron los organizadores, que indicaron que ya comenzó la fabricación del segundo modelo, cuyo primer vuelo tendrá lugar en 2013.

Actualmente, el Solar Impulse tiene la envergadura de un Airbus A340 (63 m) y el peso de un carro familiar (unos 1.600 kilos).

Setenta personas y 80 empresas trabajaron por siete años para construir este avión de fibra de carbono. El nuevo modelo tendrá una cabina de pilotaje más grande, nuevas baterías y nuevos motores.