Viaje en crucero marcó últimos días en la vida de dueño de hotel

Empresario nació en Guanacaste y hace 10 años se trasladó a La Fortuna

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La Fortuna (San Carlos). El hotelero Geovanny Soto Ruiz, asesinado junto con dos hijos el sábado, estuvo la última semana de enero y la primera de febrero en un crucero por el Caribe.

Así lo comprobó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) al verificar que este empresario de La Fortuna salió del país el 26 de enero y regresó el 3 de febrero.

El viaje lo hizo en compañía de su esposa y un hijo, según los datos policiales con base en las entradas y salidas del país, que registró la Dirección General de Migración y Extranjería.

Las autoridades informaron de que el crucero salió de Colón, Panamá, e hizo un recorrido por varios puntos del Caribe.

Trayectoria. Geovanny Soto era oriundo de Bolsón de Santa Cruz, Guanacaste. Un hermano, quien pidió no divulgar su nombre, dijo el martes, durante una breve entrevista con La Nación, que eran siete hermanos.

Agregó que Geovanny se inició como contador del Ingenio El Viejo, y luego pasó a empresas hoteleras, donde fungió como administrador, profesión que estudió en la Universidad Autónoma de Centro América (UACA).

El familiar dijo que cuando se trasladó a La Fortuna, hace 10 años, se dedicó a la rama turística y construyó el hotel Mountain Paradise, situado en La Palma. “La madera que se usó en esa construcción la llevaron desde aquí (Bolsón)”, afirmó.

En el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) consta que dicho hotel fue declarado de categoría turística mediante oficio de la Gerencia General G-1069-2006, del 2 de junio del 2006.

Además, ostenta la categoría de tres estrellas y cuenta con 46 habitaciones. El propietario es la empresa Desarrollo Ecoturístico Montaña del Paraíso S. A., cuya apoderada generalísima actual es la esposa de Geovanny Soto.

Ese hotel, que cuenta con una hermosa vista al volcán Arenal, fue abierto entre el 2007 y el 2008.

Geovanny Soto desde aquel momento se hizo miembro de la Cámara de Turismo de la Zona Norte (Catuzón) y participó en actividades como la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en España, según una publicación de Imagazinetur.com una revista digital costarricense.

Contacto en La Fortuna. Algunos habitantes de La Fortuna recuerdan a Geovanny Soto como un hombre que se comportaba de manera simpática con quienes tenía algún tipo de relación, mas otros vecinos lo definen como frío, distante y de escasa vida social.

“Era un poco rajoncillo. Le gustaba llamar la atención. Dos veces lo miré entrar a uno de los bancos con una fuerte suma de dinero en sus manos”, dijo el dueño de un reconocido restaurante, quien pidió no revelar su identidad por razones de seguridad.

“Como que no le preocupaba la posibilidad de que lo pudieran asaltar. Para mí era inusual lo que hacía”, agregó el comerciante.

Geovani Soto asistía a una iglesia cristiana. Era amante de los topes y cabalgatas. Difícilmente se perdía un tope.

Como patrono, era muy exigente pues pensaba que si el hotel caminaba bien, sus empleados también se beneficiarían.

“Gustaba desayunar fuera de su casa pinto, natilla y salchichón”, dijo María, cocinera en una soda de los alrededores de la terminal de buses en La Fortuna. Ella lo recuerda como una persona agradable y conversadora.

En La Fortuna hay plena coincidencia en que la familia era muy unida. Tenía una muy buena relación con su esposa, también guanacasteca, y sus tres hijos.

Soto aparece como miembro de tres sociedades en que también están su esposa e hijos. En el Registro Nacional la familia tiene inscritas siete fincas, un microbús, dos motos y un BMW. Los bienes tienen hipotecas o gravámenes por $45.000 y ¢34 millones. Colaboró: Carlos Láscarez.