Las intenciones de un desconocido de quebrar los vidrios de un tren que se dirigía hacia San José, el lunes, acabaron por arruinarle un ojo a un obrero herediano.
La víctima de ese vandalismo es Israel Espinoza Ramírez, de 43 años de edad.
Él se subió al tren en Heredia a eso de las 5 p .m. Unos 20 minutos más tarde, cuando el tren pasaba por Colima de Tibás, San José, los vándalos lanzaron una enorme piedra.
La roca rompió el vidrio de la puerta y los pedazos de cristal alcanzaron el ojo izquierdo de Israel, quien iba de pie.
Los médicos lo operaron y determinaron que el órgano quedó totalmente dañado.
“Cuando pasó la piedra, ese vidrio se deshizo en el aire. Yo vi una cosa pasar frente a mí y sentí algo en la cara”, narró Israel el viernes pasado, en el corredor de su casa, en San Rafael de Heredia.
“Clínicamente, está perdido. En tres meses tengo que ir a una cita para que me vacíen el ojo y me pongan una prótesis”, agregó.
Cambios. Espinoza es operario en una empresa que distribuye productos químicos. Entre sus tareas está conducir maquinaria y transportar sacos.
Ahora, él y su familia aseguran estar preocupados por el desempeño que vaya a tener en su empleo y en su vida personal.
“Yo no voy a quedar igual con un ojo que con los dos. Se me va a dificultar”, expresó.
Su hermana, Doris Espinoza, cree que sus actividades cotidianas no podrán ser las mismas.
“Yo me quedo pensando: ¿y la bicicleta de mi hermano? Nos daría pánico que ande en bici con la visión disminuida”, declaró la mujer.
Ambos dijeron que esperan que el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) lo indemnice por el accidente.
¿Responsabilidad? Miguel Carabaguíaz, presidente ejecutivo del Incofer, dijo que la entidad envió un informe al Instituto Nacional de Seguros (INS) en que explicó el caso de Espinoza.
“La póliza cubre cuando es provocado por el tren. Por protocolo, nosotros enviamos el informe y ellos valoran si hay responsabilidad del Instituto. Pero lo primero es la atención médica y el INS indicó que sí lo va a atender”, manifestó el jerarca.
Tanto él, como el Glen Calvo, gerente administrativo de la entidad, señalaron que los actos de vandalismo contra el ferrocarril son frecuentes.
“Les hemos puesto hasta mallas de seguridad, algunos parecen cárceles. Pero en las puertas no podemos por el acceso. También hay que ver el tamaño de la piedra” que sea lanzada, recalcó Calvo.
“El INS me informó ayer (jueves) que sí abrió el caso con la póliza. Entonces, está aceptando algo de responsabilidad del Incofer, pero hay que ver hasta qué punto”, dijo Espinoza.
Tanto él como su familia esperan que la póliza incluya una indemnización. “Entendemos que el tren no ocasionó el accidente, pero el usuario que va adentro debe tener cobertura de seguridad”, opinó su hermana Doris.