El Tribunal de Juicio de Puntarenas impuso ayer medidas cautelares a cuatro personas acusadas de esclavizar a 36 asiáticos en barcos de pesca.
Se trata de un hombre y una mujer de apellido Tseng, propietarios de la empresa Imperio Pesquero del Pacífico S. A., y a dos de sus empleados, de apellidos Wang y Espinoza. A ellos se les sigue causa por el delito de trata de personas.
Los implicados fueron detenidas el 10 abril por, presuntamente, mantener como esclavos a 36 asiáticos a quienes obligaban a trabajar 20 horas diarias.
Inicialmente, fueron liberados sin medidas por un juez penal, decisión que fue apelada por el Ministerio Público y el caso fue elevado al Tribunal de Puntarenas.
Según las oficinas de prensa de la Corte y la Fiscalía, el Tribunal dispuso que los hermanos Tseng y Wang (este era capitán de un barco) deben firmar cada mes. Además, se les decomisó el pasaporte para impedir que abandonen el país.
A los cuatro imputados se les prohibió acercarse a víctimas y testigos, determinó el Tribunal.