Tribunal condena a pilotos narcos y ordena cerrar sus empresas

Jueces cancelaron el certificado de operación aérea que tenían las sociedades

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El Tribunal Penal de Pavas ordenó ayer el cierre definitivo de cinco sociedades anónimas que un grupo de pilotos extranjeros creó en nuestro país para trasegar cocaína hasta Guatemala en avionetas.

Así lo establecieron los jueces tras condenar al mexicano y líder de la banda, Rubén Martínez Trujillo, a 16 años de prisión por el delito de tráfico internacional de droga. Martínez presidía todas las firmas y se encargaba de coordinar los trasiegos de droga.

Su compatriota y mano derecha era Elvis Mendoza Rivera, quien recibió 12 años por el mismo delito, más un año de prisión por penalidad del corruptor, pues ofreció dádivas a un policía cuando intentó huir del país con Martínez por Peñas Blancas.

En el caso del piloto guatemalteco Otto Monzón del Cid, el Tribunal dictó diez años de prisión porque fue el piloto designado por la organización para trasladar por aire 177 kilos de cocaína en una avioneta, que se estrelló el 10 de octubre del 2010 en el río Torres, en La Uruca.

El fallo señala que los tres extranjeros y pilotos compraron y conformaron cinco sociedades anónimas y todos sus bienes, que servían como fachada legal para desarrollar la actividad delictiva y enviar coca desde el aeropuerto Tobías Bolaños en Pavas.

Los jueces ordenaron anular la inscripción de las empresas Aerovías Turísticas de América, Estampados Metálicos, Aerovías Martruji, Aerovías Isla del Coco e Impulsadora Turística del Pacífico.

Entre los bienes comisados hay un microbús, tres autos (dos BMW y un KIA), televisores, celulares, computadoras, refrigeradoras, sillas y mesas encontrados en los hangares 35 y 69 del Tobías Bolaños, en un apartamento en Escazú y en dos casas en Pavas y Liberia.

Se comisó también una avioneta bimotor Piper Azteca, matrícula TI-ATI; un monomotor C-Cessna 180, matrícula TI-ABN; una Piper Navajo, matrícula TI-ATH, y los aparatos de la avioneta siniestrada en el cañón del río Torres.

Prueba suficiente. “De todo el elenco probatorio, tanto testimonial, pericial como documental, emergen elementos de convicción suficientes para concluir con el grado de certeza requerido de que, en lo medular, la hipótesis fáctica acusada por la Fiscalía quedó debidamente acreditada”, dice el fallo.

Los jueces Álvaro Abarca, Gary Amador y Alicia Salas concluyeron que la investigación permitió esclarecer cualquier duda con respecto a la participación de los tres imputados en el tráfico de droga.

Los jueces confirmaron que Martínez giró instrucciones para ubicar la avioneta accidentada, matrícula TG-CEB, en el hangar 35 del Tobías Bolaños, y que, un día después del siniestro, él y Mendoza procuraron dejar el país, tras abandonar el microbús y un BMW.

Asimismo, señalaron que la versión del piloto guatemalteco fue desvirtuada con la prueba evacuada en el debate. Monzón había declarado en varias oportunidades que desconocía por completo la existencia del cargamento oculto en las alas.

Sin embargo, los jueces manifestaron que, con la amplísima experiencia de Monzón como piloto, habría sido posible detectar el sobrepeso antes del despegue.