Tres delincuentes armados con pistolas asaltaron ayer, en la madrugada, la delegación de la Policía en la comunidad de Judas, distrito de Chomes, Puntarenas.
Los hampones sorprendieron, a la 1 a. m., a un oficial de la Fuerza Pública, y tras amenazarlo de muerte, lo ataron a la silla donde se encontraba sentado.
Dos policías más estaban dormidos y nunca se dieron cuenta del atraco, según confirmó ayer, ante consultas hechas por La Nación, Félix Lizano, subdirector de la Fuerza Pública en Puntarenas.
Según dijo, los hampones se dirigieron a la armería del puesto policial para apoderarse de tres fusiles M-16 y dos pistolas calibre 45.
“Ellos le llegaron de pronto al oficial, no le dan tiempo de reaccionar y lo obligan a quedarse callado. Esta es la versión que tenemos tras entrevistarlo”, afirmó.
Lizano no reveló la identidad de los otros dos policías que estaban dormidos durante sus horas de descanso, en el momento del asalto.
El robo de las armas quedó al descubierto a la 1:30 a. m. cuando el policía atado a su silla, a quien le habían tapado la boca, pudo liberarse y despertó a sus compañeros. Para entonces, los ladrones habían huido sin dejar rastro.
Esta es la primera ocasión en que asaltan un puesto policial en Puntarenas.
Sin pistas. Avanzada la tarde de ayer, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no contaba con pistas para dar con los delincuentes, quienes incluso utilizaron guantes para no dejar huellas.
La Policía teme que los fusiles M-16, de gran potencia y con un dispositivo para disparar en ráfagas, sean usados en asaltos contra agencias bancarias de la zona.