Trámites para permisos de armas tardan hasta 5 horas

Interesados en portar armas hacen filas de hasta 100 metros en la calle

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Los usuarios tardan hasta cinco horas y hacen largas filas para renovar su permiso de portación de armas, entre otros trámites, en el Departamento de Control de Armas y Explosivos del Ministerio de Seguridad Pública.

Esa dependencia funciona en un edificio en pésimas condiciones, ubicado al costado sur del cementerio de San Pedro de Montes de Oca, San José.

Hasta hace poco tiempo hombres, mujeres –algunas con niños en brazos– y ancianos esperaban su turno a la intemperie.

Actualmente hay un toldo para protegerse de las inclemencias del tiempo, pero las incomodidades son las mismas, según los afectados.

“El edificio está hacinado, con escasa ventilación, servicios sanitarios deteriorados, en algunos casos sin agua y en mal estado, iluminación deficiente y no hay salidas de emergencia”, señala un informe sobre el caso hecho por la Defensoría de los Habitantes.

La fila, en ocasiones, supera los 100 metros, según los usuarios.

A diferencia de otras oficinas públicas, allí no hay filas preferenciales ni bancas para personas mayores o con alguna discapacidad.

Debido a las malas condiciones del edificio, el Ministerio de Salud intervino y ordenó al de Seguridad Pública mejoras urgentes.

De lo contrario, será clausurado en cualquier momento.

Si no se tomó esa medida aún es porque la titular de Seguridad, Janina del Vecchio, solicitó una prórroga mientras consigue un local en mejores condiciones.

“Trasladamos a los funcionarios de Control de Radio a otro lugar y así se hizo más espacio en el primer piso. Ya tenemos un local en estudio y espero que sea aprobado muy pronto”, dijo Del Vecchio.

Ella reconoció que hay largas filas, horas de espera e incomodidades, pero insistió en que coordinan acciones para mejorar los servicios que prestan próximamente.

En Armas y Explosivos atienden diariamente a más de 1.000 personas, la mayoría vigilantes privados quienes acuden para tramitar un permiso de portación de armas, o bien, actualizar sus datos. De acuerdo con informes oficiales, hay más de 15.000 guardas privados en todo el país.

Con bebé en brazos. Alfonso Marín vivió la semana anterior “una pesadilla” porque, pese a tener una bebé en brazos, tuvo que hacer fila durante horas “sin que a nadie le importara nada”.

“No entiendo estas cosas, es una injusticia, mi hija llora porque tiene hambre y esta fila no camina. Deberían tener una fila especial para estos casos”, expresó.

Más allá, el usuario Federico Martén dijo enojado: “Hago fila por horas, pero hay gente que viene y se cuela y el policía que cuida no le dice nada”.