El cuerpo del costarricense Franklin Trejos que murió en los incendios de Hawái, no será trasladado a Estados Unidos, donde vive su familia, ni a Costa Rica, donde nació, confirmó a La Nación, Inés Trejos, tía del fallecido.
“No tiene sentido llevarse a una persona desde Hawái hasta el estado de Washington (en Estados Unidos), donde están sus hermanos”, dijo Trejos.
Trejos, de 68 años, es uno de los más de 100 fallecidos en los incendios de Hawái, archipiélago que conforma un estado perteneciente a Estados Unidos en el océano Pacífico.
El costarricense falleció cuando intentó salvar una mascota, Sam, un golden retriever, propiedad de unos amigos con los que vivía en Lahaina, Condado de Maui, uno de los más afectados por los incendios forestales.
El costarricense se quedó en el lugar para salvar a Sam y huir de las llamas en un carro, pero al día siguiente fue encontrado por las autoridades calcinado dentro del vehículo junto a Sam, según relató a medios internacionales uno de sus amigos.
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La familia describe a Trejos como amante de los animales, aventurero y enamorado del arte. Según la tía del fallecido, tenía 30 años de vivir en Hawái, donde tenía un restaurante en la playa.
Lohaina es uno de los sitios mas visitados por turistas en Hawái. El tico quedó maravillado con la isla cuando le tocó viajar ahí a una base militar como miembro del ejército de Estados Unidos.
“Él se quedó maravillado, le encantaron las montañas y la playa”, relató Trejos. El amor por las montañas y la playa le nació a Trejos cuando vivió con su padre en Quepos, Puntarenas, cuando su progenitor era funcionario de una empresa bananera.
Luego, se trasladaron a California, Estados Unidos, de donde no regresaron más a Costa Rica. A los 17 años, se integró al ejército estadounidense y no tenía planes de regresar al país.
“Vivía feliz y contento, no tenía planes de volver; sus planes eran quedarse ahí en Hawái”, dijo Trejos, la tía del fallecido.