Ubican en San José serpientes robadas en Barú de Pérez Zeledón

Costo de los reptiles supera los $15.000

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Un hombre de 25 años, de apellido Ramos, cayó la tarde de este lunes en manos de agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Pérez Zeledón, como sospechoso robar serpientes el 4 de enero anterior del serpentario Reptilandia, ubicado en Barú de Pérez Zeledón.

La detención se realizó cuando el sujeto se desplazaba por la vía pública en las cercanías de la casa donde vívía en Paso Ancho, San José, la cual fue allanada.

También se revisó otra vivienda cercana que Ramos alquilaba para guardar las serpientes y allí se decomisaron 15 ejemplares que tenía en pequeñas jaulas de vidrio, de las cuales nueve fueron plenamente reconocidas por el afectado, un australiano radicado en nuestro país.

Los hechos se remontan al 4 de enero cuando la edificación donde estaban en exhibición dichos animales fue violentada y sustrajeron del lugar 17 serpientes, en su mayoría venenosas, de diferentes variedades como Terciopelo y Bocaracá, entre otras. También se llevaron cinco lagartos pequeños que estaban dentro de unas urnas de exhibición, para lo cual cortaron las mallas y rompieron vitrinas.

Algunas de las serpientes robadas eran de origen nacional otras traídas del extranjero. El costo de los ejemplares robados supera los $15.000.

En la labor de inteligencia realizada, el OIJ logró ubicar al sospechoso, quien promocionaba la venta de dichos animales en redes sociales, dejando claro que prefería hacer negocios con extranjeros, ya que ofrecía cada serpiente en sumas mayores a los ¢2 millones.

Las otras seis serpientes decomisadas fueron entregadas en depósito a una institución especializada en el tema ubicado en Coronado.

Las investigaciones en torno al caso continúan, para tratar de dar con el resto de las serpientes robadas y los lagartos que aún no aparecen.

Ramos fue pasado con un informe al Ministerio Público para determinar su situación jurídica.

El año pasado el Minae detectó la exportación de serpientes de manera ilegal por la vía courier.