El Ministerio de Seguridad Pública reforzó el edificio del Arsenal Nacional, en Dulce Nombre de Vázquez de Coronado, donde se guardan cerca de 100.000 armas.
Precisamente ayer, el ministro, Mario Zamora Cordero, inauguró el nuevo muro perimetral, que ahora tiene más altura, está electrificado y cuenta con un sistema de vigilancia con cámaras.
Además, en los próximos meses se construirán torretas de vigilancia, donde se ubicarán oficiales de la Fuerza Pública.
Zamora dijo que estas obras “son parte del esfuerzo del Ministerio para mejorar las condiciones de un inmueble estratégico, que almacena miles de armas y municiones decomisadas a lo largo de los años en todo el país, así como armas que pertenecen al Estado”.
El Ministro agregó que la inversión asciende a ¢250 millones y el próximo año se efectuarían arreglos en el interior del inmueble, incluido el cambio del techo, pintura y una nueva instalación eléctrica, entre otros.
“Esto es para dejar al país con un arsenal que cumpla con todas las regulaciones técnicas internacionales que se requieren en este tipo de edificaciones”, sostuvo.
Zamora señaló que todas las remodelaciones se efectuarán con apego al estilo y diseño originales del edificio, el cual es considerado una joya arquitectónica del cantón de Vázquez de Coronado.
Destrucción. Paralelamente, Mario Zamora informó de que recibieron la autorización del Poder Judicial para destruir 21.000 armas que permanecen en custodia del Arsenal Nacional, las cuales fueron enviadas por los distintos despachos judiciales del país.
Esa eliminación será en marzo próximo y se realizará con el apoyo técnico de la Organización de Estados Americanos (OEA), anunció.
“Se trata de evidencias judiciales de casos de los años 2001 al 2009, cuyos procesos ya están terminados. También estamos pidiendo la autorización a la Corte para destruir otras de casos ya concluidos, pero de los años 2009 al 2013”, dijo.
Según el Ministro, al destruir esa cantidad de armas se cumple con la meta que se propuso esta Administración. “Con esto el país será el que más destruye armas de fuego en Latinoamérica”, afirmó.
Asimismo, anunció que se pretende quemar a finales de noviembre o principios de diciembre 800.000 balas, de diversos calibres, con lo cual se llegará a 2,5 millones de municiones destruidas en los últimos dos años y medio.
Mario Zamora fue enfático al negar que en la propiedad de Dulce Nombre de Coronado se pretendiera construir una nueva prisión o alojar reos. “Esto seguirá siendo una instalación policial durante muchos años” concluyó.